Tal día como hoy del año 1936, hace 83 años, la sección primera de la Audiencia Provincial de Barcelona dictaba la aplicación de los beneficios de la amnistía a Miquel Badia i Capell, que el 10 de septiembre de 1934 -en el llamado proceso Xammar-, en su calidad de comisario general de Orden Público de la Generalitat, ordenó la detención del fiscal Sancho. En aquel proceso se juzgaba a Josep Aymà i Sellarés y a Camil Bofill i Torrents, director y director interino, respectivamente, de La Nació Catalana (órgano de prensa del Partit Nacionalista Català), acusados de "excitación a la rebelión" e "injurias a las autoridades". En el inicio del juicio, el magistrado Jovino Fernández negó el uso del catalán a la defensa de los acusados, representada por el abogado Josep Maria Xammar.

El juez Fernández respondió a la protesta del abogado Xammar (la lengua catalana era plenamente oficial en todos los ámbitos públicos y privados del país) imponiéndole una multa de 250 pesetas (el equivalente al salario base de dos mensualidades), que, por la insistencia de las defensas, elevó a 1.000 pesetas (el equivalente actual aproximado de 7.000 euros). En aquel momento, el público que asistía al juicio estalló con una protesta monumental que provocó momentos de gran tensión. En uno de ellos, el fiscal Sancho, refiriéndose a Badia, que estaba en la sala del tribunal, dijo: "Ya debería estar desalojado esto. ¿Qué hace este policía de mierda? Como se conoce que es de la Generalidad. Claro, tal para cual".

Poco después, la policía catalana, por orden del juez Fernández, desalojaba la sala del tribunal. Cuando el fiscal Sancho llegó a la calle, Badia ordenó su detención, acusado de injurias a las más altas instituciones del país. Sancho pasó varias horas detenido en las dependencias de la policía catalana. El juez Fernández no tan solo rechazó tramitar la denuncia de la policía catalana, sino que acusó a Badia y los dos policías que habían detenido al fiscal Sancho de "desacato a la autoridad". Aquella situación agudizaría la crisis entre los gobiernos de Catalunya y España que anunciaba los hechos del Sis d'Octubre. Acto seguido, Badia, que en aquella crisis no recibió el apoyo firme del president Companys, dimitió.

Imagen: Fotografía de Miquel Badia / Fundació Irla. Fons Cornudella Carré