Tal día como hoy del año 1932, hace 85 años, la ciudadanía de Catalunya autorizada a votar, aprobaba en referéndum el Estatuto de autonomía. En aquel referéndum participó el 75% del censo electoral formado exclusivamente por hombres mayores de 21 años. No sería hasta pocos meses después que se promulgaría la ley de sufragio universal que permitiría votar, también, a las mujeres mayores de edad. En aquel referéndum el Estatuto obtendría el voto favorable del 99% de los sufragios. Y obtendría, también, el apoyo de más de 400.000 firmas de mujeres mayores de edad, que representaban más del 50% de aquel colectivo.

 

El Estatuto que aprobó el pueblo catalán definía a Catalunya como una "región autónoma" que se reservaba el derecho a la autodeterminación. El texto recogía el ejercicio de plenas competencias de autogobierno en materias como agricultura, comercio, industria, infraestructuras viarias y portuarias, enseñanza, sanidad, justicia o seguridad ciudadana. Pero cuando el Estatuto aprobado por el pueblo de Catalunya entró en las Cortes españolas, los partidos de ámbito estatal lo sometieron a profundos recortes que provocarían una oleada de indignación en Catalunya. Previamente habían predispuesto a la opinión pública española llamando a la guerra contra el libre ejercicio democrático de los catalanes.

Se aprueba en referéndum el estatuto republicano de 1932. Manifestación en apoyo|soporte al Estatuto. Fuente Wikimedia Commons

Sin embargo Catalunya se convertía en el primer territorio republicano que ejercía el autogobierno. Los estatutos vasco y gallego no se aprobarían hasta 1936. Y el resto de territorios republicanos con tradición de autogobierno —el País Valencià, Aragó, las Illes Balears— no llegarían a tramitar nunca sus respectivos proyectos a causa del estallido de la Guerra Civil de 1936. El Estatuto fue vigente hasta la intervención armada del Estado español, entonces gobernado por la derecha nacionalista española, en octubre de 1934. Con la victoria electoral de las izquierdas en 1936 sería restaurado, para ser definitivamente abolido por el régimen dictatorial de Franco en las postrimerías de la Guerra Civil de 1936-1939.