Tal día como hoy del año 1897, hace 127 años, en la villa de La Yaya (entonces provincia de Camagüey, colonia española de Cuba), y en el marco de la Tercera Guerra de la Independencia de Cuba (1895-1898); veintidós delegados representantes de todas las fuerzas políticas y militares independentistas reunidos en asamblea nombraban a Bartomeu Masó Márquez presidente de la República de Cuba en Armas. Masó era el jefe militar del segundo Cuerpo del Ejército independentista de Oriente, era un dirigente del Partido Revolucionario Cubano (que había fundado José Martín en 1892) y, desde la asamblea anterior (Jimanguayú, 1895), era vicepresidente de la República de Cuba en Armas.

Bartomeu Masó sería el noveno presidente (1897-1898) de una lista de doce presidentes de la República de Cuba en Armas (1869-1899). Esta figura había sido creada por el movimiento independentista al inicio de la Primera Guerra de la independencia de Cuba, también denominada Guerra de los Diez Años (1868-1878). Pasados treinta años y concluida la Tercera Guerra (1898), los españoles —derrotados en el campo de batalla— entregarían la colonia a los Estados Unidos y en 1902, después de cuatro años de administración norteamericana, Tomás Estrada Palma, del Partido Moderado, se convertiría en el primer presidente de la República de Cuba.

Bartomeu Masó nació en 1830 en el ingenio Cerca Pie, en el partido judicial de Yara (provincia de Granma) en una familia formada por el comerciante y productor agrario Bartomeu Masó, nacido en Sitges a principios del siglo XIX y emigrado a Cuba durante la década de 1820; y por la criolla Josefa Benita Márquez, de ascendencia canaria. Masó se comprometió con el proyecto independentista desde el inicio (1868) y durante aquel largo proceso, que duró tres décadas (1868-1898), sufrió represalias, prisión y exilio. Entre 1879 y 1880 estuvo exiliado en Barcelona; etapa durante la cual cultivó la amistad con los líderes de los movimientos republicanos y catalanistas.