Tal día como hoy del año 1641, hace 384 años, en Barcelona, el president Pau Claris —que había proclamado la Primera República Catalana el día 17 de enero de 1641— cambiaba el modelo político por el de principado independiente. Este cambio obedecía a la exigencia del cardenal Richelieu, ministro plenipotenciario de Francia, quien reclamaba que, a cambio de incrementar la aportación militar a la alianza catalanofrancesa, firmada en Ceret (condado del Rosselló) el 7 de septiembre de 1640, las instituciones de gobierno de Catalunya tenían que proclamar conde independiente de Barcelona (Hombre Principal de Catalunya) al rey Luis XIII de Francia y II de Navarra. De este modo, la independencia en forma de república se transformaba en un principado independiente.

Las instituciones catalanas accedieron a la reclamación de Richelieu, puesto que las tropas hispánicas, que habían iniciado la ocupación de Catalunya durante el mes de noviembre anterior, ya estaban a las puertas de Barcelona. El Exèrcit de Catalunya, formado por unos 6.000 hombres, no había podido detener la ofensiva de las tropas hispánicas, comandadas por el sanguinario marqués de Los Vélez e integradas por 24.000 efectivos. Desde que iniciaran la ocupación de Catalunya, habían masacrado a las guarniciones militares catalanas y a la población civil de Tortosa, l'Hospitalet de l'Infant, Cambrils y Martorell. Tan solo en Cambrils, después del asalto a la plaza, habían pasado por el cuchillo a 700 civiles (hombres, mujeres y niños), que representaban el 70% de la población de la villa.

Con la proclamación de Luis XIII, Catalunya no se integraba en la monarquía francesa, pero sí que pasaba a compartir la figura del soberano con Francia y con Navarra. A cambio, Richelieu incrementaría notablemente la participación militar francesa y la primera consecuencia ya se vio tan solo tres días después. El 23 de enero de 1641, en las puertas de Barcelona, el ejercido catalanofrancés masacraba a las tropas hispánicas. En ese enfrentamiento, denominado Batalla de Montjuïc, los hispánicos perdieron a todos sus mandos, excepto a Los Vélez, y sufrieron más de 7.000 bajas y más de 7.000 deserciones. Esa batalla fue el inicio de la Guerra de Separación y de un periodo durante el que Catalunya fue un estado independiente (1641-1652/59).