Tal día como hoy del año 1924, hace 100 años, en Barcelona, moría el escritor Joan Salvat-Papasseit, a la edad de 30 años y debido a la tuberculosis. Salvat-Papasseit había nacido en 1894 en la antigua villa de Sants, en una familia de extracción humilde. Su padre Josep, fogonero naval de profesión, murió prematuramente cuando el pequeño Joan tenía siete años. La muerte del progenitor sumió a la familia en una situación muy comprometida y Salvat-Papasseit no pudo asistir a la escuela más que de forma esporádica. No obstante, su espíritu inquieto, rebelde y autodidacta lo rescataría del analfabetismo y lo convertiría en uno de los grandes poetas catalanes contemporáneos. Su obra más conocida es el poemario titulado El poema de la rosa als llavis (1923).

Salvat-Papasseit se formó en el Ateneu Enciclopèdic Popular, fundado en 1903, entre otros, por el abogado laboralista Francesc Layret para alfabetizar y culturizar a las clases obreras. Este ateneo —que desplegó una intensa campaña contra la guerra y en favor de los derechos humanos, de la democratización de la cultura y de los derechos civiles— forjó la ideología de Salvat-Papasseit, y ello explicaría su pensamiento relacionado con los movimientos obrerista y anarquista catalanes de las décadas de 1910 y 1920. Entre 1914 y 1916, colaboró con la revista libertaria Los Miserables, y entre 1917 y 1919 fue redactor jefe de la publicación anarquista Un enemic del poble. Full de subversió espiritual.

Sus primeros poemas aparecerían en 1919. Durante esa etapa (1919-1924), desarrolló una línea lírica que lo acerca a la poesía popular, la canción y a la evolución que llevó a cabo parte del movimiento noucentista, con el que mantiene más relaciones de las esperadas. Aunque empezó como poeta vanguardista, escribiendo caligramas, finalmente deriva hacia formas clásicas. Con respecto a la temática de su obra, partió de su realidad cotidiana y de las novedades que le llegaban a través de la prensa o de cartas, y el tratamiento del amor y el erotismo es un rasgo distintivo de la poesía. También el mar, el puerto, el marinero, el pirata, son temas recurrentes en su obra y forman una línea temática marcada por un espíritu nómada y aventurero.