Tal día como hoy del año 1932, hace 90 años, se constituía el primer Parlament moderno de la historia de Catalunya. Aquel Parlament quería ser una continuación de las Corts Permanents de la época foral, liquidadas a sangre y fuego por el régimen borbónico (1714), y se constituyó con los diputados electos en los comicios del 20 de noviembre anterior. En aquellos comicios, Esquerra Republicana de Catalunya confirmó que era el partido que contaba con la confianza de la mayoría de la sociedad catalana (obtuvo 56 de los 85 diputados). Y que la Lliga Regionalista había perdido la condición de formación política hegemónica que había ostentado desde 1907.
Aquella primera sesión eligió a Lluís Companys i Jové (ERC-Partit Republicà Català) presidente de aquel primer Parlament y Francesc Macià i Llussà (ERC-Estat Català) presidente electo de la Generalitat (el gobierno del país). Con anterioridad, nadie había ejercido la función de presidente del Parlament, aunque, durante la etapa de la Mancomunitat (1914-1923), el presidente de la institución lo era también de la Asamblea General, el precedente más inmediato de una cámara parlamentaria catalana. En cambio, desde el 14 de abril de 1931 hasta el 6 de diciembre de 1932, Francesc Macià había ejercido la presidencia de la Generalitat de forma provisional.
Antes de las elecciones del 20 de noviembre de 1932, el Consell Executiu de la Generalitat decidió que la sede del Parlament se emplazaría en el edificio del antiguo Arsenal de la Ciutadella. Esta elección tenía una gran carga simbólica, porque la Ciutadella había sido uno de los principales castigos impuestos por el régimen borbónico en la ciudad de Barcelona (1714) y porque durante un siglo y medio (1716-1869) había sido una instalación represiva que había causado mucho dolor y sufrimiento a los barceloneses. Después de unas obras de adecuación que se llevaron a cabo en un tiempo récord (1931-1932), la inauguración del hemiciclo se hizo coincidir con la histórica primera sesión del Parlament moderno.