Tal día como hoy del año 301, hace 1.723 años, un grupo de cristianos, perseguidos por el aparato represivo romano, escaparon de su lugar de origen —la isla de Arbe (actualmente, Rab), en la costa dálmata—, atravesaron el mar Adriático de este en oeste, desembarcaron cerca de la ciudad de Ariminum (actualmente, Rímini), y se refugiaron en un paraje montañoso situado a diez kilómetros de la línea de la costa. Esta versión es la que ha sido transmitida, durante siglos, por la tradición oral. Y si bien es cierto que no ha sido históricamente probada, sí que es universalmente aceptada. La misma tradición afirma que aquel grupo de cristianos estaba liderado por su diácono, el picapedrero Marinus, que sería el que acabaría dando el nombre al país.
Aquel grupo se asentó discretamente en la cima del monte Titano, y durante los siglos siguientes desarrolló y consolidó un sistema económico y político autónomo. Después del derrumbe del Imperio romano, las antiguas provincias romanas de Emilia y Flaminia estuvieron ocupadas, sucesivamente, por ostrogodos, bizantinos, lombardos y francos, y en algunos documentos aparece como una comunidad con una identidad propia y diferenciada, pero en aquel momento (siglos VIII en X), bajo el control del ducado de Spoleto (que se extendía sobre la actual región de las Marcas). Poco antes del año 1000, la documentación de la zona ya habla del Territorio de San Marino y de la Comunidad de San Marino, como un dominio que actuaba de forma más o menos independiente.
Después del año 1000, el país aparece documentado como República de San Marino. Pero en aquel contexto histórico, una república no era un régimen democrático, como lo podemos entender en la actualidad, sino que se refería a un estado dominado, exclusivamente, por las clases plebeyas. En la asamblea, llamada Arengo, estaba representada toda la sociedad, pero únicamente podían participar los hombres mayores de edad y, sobre todo, que eran cabezas de casa, y elegía de forma periódica a dos personalidades, los Capitanes Regentes, que hacían la función simultánea de presidente y al mismo tiempo se fiscalizaban el uno en el otro. El año 1300 aprobaron su primera constitución, los Estatutos Comunitarios, y el 1600 las actualmente vigentes Leyes Estatutarias.