Tal día como hoy del año 1971, hace 54 años, en Londres se celebraba el Primer Congreso Mundial Romaní, que reunió representantes de las comunidades gitanas europeas y durante el cual se instituyeron la bandera y el himno gitanos. La bandera constaría de dos franjas horizontales (azul y verde, que simbolizaban el cielo y el campo) y en medio una rueda de carro (de color rojo y con dieciséis ejes, que simbolizaba el ideal de la libertad). Y el himno escogido sería la canción «Gelem, Gelem» (tradicional de la comunidad gitana serbia y adaptada por el músico gitano serbio Jarko Jovanovic). Diecinueve años después (1990), durante el Cuarto Congreso Mundial Romaní, celebrado en Serock (Polonia), se decidió que el día 8 de abril sería el Día Internacional del Pueblo Gitano.
Este año, la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano coincide con el 600 aniversario de la primera mención documental de la presencia gitana en Catalunya. El 12 de enero de 1425, el rey Alfonso V firmó un salvoconducto a favor de Juan, patriarca de una comunidad gitana nómada que se desplazaba desde el sureste de la península de los Balcanes hacia el noroeste de la península Ibérica. Durante el resto del siglo XV, se generaría nueva documentación que probaría la llegada de nuevas comunidades gitanas procedentes de los Balcanes que entraban a Catalunya desde el Languedoc. A finales del siglo XV, las malas relaciones entre las autoridades del régimen hispánico y la comunidad gitana provocarían la aparición de las primeras leyes persecutorias.
En Catalunya, la comunidad gitana arraigó durante el siglo XVI y adoptó la lengua catalana como propia. Durante este proceso de sedentarización (siglos XVI-XVIII) se formaron las comunidades gitanas sedentarias en Barcelona, Perpinyà, Lleida, Tortosa, Reus y Tarragona; dedicadas a la fabricación de productos de mimbre (cestos, sillas, baúles), a la fabricación textil (piezas de lino) y a la venta ambulante de trapos y de animales de tiro. Adquirirían celebridad las estirpes de "rambleros" (tratantes de ganado de tiro) gitanos de la Ribagorça, del Pallars y del Urgell. Cuando Fernando VI (el tercer Borbón español) y su ministro Ensenada urdieron el exterminio del pueblo gitano (1749), los gitanos catalanes fueron protegidos y ocultados por sus vecinos.