Tal día como hoy del año 1801, hace 221 años, en las aguas del Estrecho de Gibraltar, los barcos "San Hermenegildo" y "Real Carlos", en aquel momento las dos principales embarcaciones de la Armada española, se enfrentaron en un combate que acabaría con la explosión y el hundimiento de las dos naves y la muerte de 1.700 marineros de sus tripulaciones. Pocos días antes del incidente, dichas dos naves habían participado en un combate naval (Batalla de Algeciras) entre las marinas británica y francesa, y habían salido en auxilio de la armada napoleónica.
Aquel combate se había resuelto con la retirada británica al puerto de Gibraltar. Sin embargo, los barcos británicos no dejaron de fustigar a las armadas francesa y española que, después de la batalla, intentaban mantener el control de la zona del Estrecho. Según la versión oficial, las naves españolas salieron en tareas de vigilancia y, en la oscuridad de la noche, pensaron que se encontraban ante el enemigo y se dispararon mutuamente con el resultado mencionado. Este incidente diezmó considerablemente la capacidad de respuesta de la Armada española y explica los sucesos inmediatamente posteriores.
En 1805, en las mismas aguas, la Armada española volvería a perder una parte importante de su flota (Batalla de Trafalgar), en aquel caso en manos de los británicos. Acto seguido, los propios británicos intentaron, en dos ocasiones, la ocupación del territorio de Río de la Plata (1806 y 1807). En ambas ocasiones, la presencia de la armada española fue inexistente. Fueron los civiles, organizados en regimientos como los "Minyons de Catalunya" los que tuvieron que rechazar aquellas incursiones. Poco después (1810), aquellos regimientos tendrían un papel decisivo en la Guerra de la Independencia de Río de la Plata (1810-1814). En aquel conflicto, la presencia naval española fue mínima.