Tal día como hoy del año 1937, hace 80 años, en la tapia del cementerio de Porreres (Mallorca) un pelotón de militares y paramilitares sublevados contra la República, fusilaba a Aurora Picornell, a Caterina Flaquer y a sus hijas Antònia y Maria Pascual Flaquer -conocidas como las roges d'es Molinar-; y a Belarmina González. Todas ellas tenían en común que habían sido detenidas y encarceladas en los días inmediatamente posteriores al levantamiento militar del 36 -que en Mallorca había cuajado plenamente y que había convertido la isla en un inmenso charco de sangre. Y también, excepto González -de quién no se tiene ninguna referencia-, su militancia en partidos políticos de la izquierda revolucionaria.
Caterina Flaquer -conocida popularmente como Caterina Torreta- estaba muy comprometida con el movimiento de liberación de la mujer y su participación en todos los aspectos de la vida social, política y económica. Colaboró activamente -con sus hijas Antònia y Maria- en la organización de la primera celebración en Mallorca (1934) del Día Internacional de la Mujer. Fue encarcelada y torturada con el propósito de que revelara el lugar donde sus hijas se ocultaban de la represión brutal que cubría la isla. Caterina, Antònia y Maria -feministas y revolucionarias- fueron silenciadas para siempre la noche de Reyes de 1937. Sus restos mortales no han sido nunca encontrados.
Aurora Picornell era la figura más relevante de aquel grupo. Hija de una familia humilde y numerosa que concedía una gran importancia a la educación y al deporte, dirigió su compromiso social hacia la divulgación en prensa del ideario revolucionario y hacia la alfabetización de los niños no escolarizados que procedían de los entornos más desfavorecidos de Palma. Detenida y encarcelada, corrió la voz de que había sido violada y que murió embarazada. El día de Reyes de 1937 -el día siguiente del fusilamiento- un cabecilla falangista local -que respondía al nombre de Mateo- se paseó por los bares de Porreres exhibiendo la ropa interior de Aurora Picornell. Silenciada para siempre -con 24 años-, sus restos tampoco han sido nunca encontrados.