Tal día como hoy del año 1462, hace 559 años, en Bayona (País Vasco francés), en el contexto de la Primera Revolución Remença (1462-1472) los representantes diplomáticos de Juan II, conde-rey de la Corona catalano-aragonesa, y de Luis XI, rey de la monarquía francesa, firmaban el Tratado de Bayona. En aquel tratado se documentaba un préstamo de Luis XI a Juan II de 200.000 escudos de oro para hacer frente a los gastos del conflicto civil que acababa de estallar en Catalunya, y que enfrentaba la corona y los remences por un lado; y las oligarquías terratenientes feudales, por el otro. En garantía de la devolución de aquel préstamo, Juan II empeñó los condados del Roselló y de la Cerdanya.
La Revolución Remença era la culminación de una larga crisis iniciada con la peste negra (1348-1351). Los efectos devastadores de aquella pandemia habían dejado docenas de masías sin trabajo. Los barones feudales terratenientes, lejos de estimular la recolonización y reactivar la producción, habían sometido al campesinado de remença (los agricultores inquilinos) superviviente a condiciones todavía más pesadas, que los habían colocado, prácticamente, en una situación de esclavitud. El estamento de la corona había tomado partido por la causa remença porque había visto la posibilidad de erosionar el poder de la nobleza y de la Iglesia -y, por lo tanto, del régimen feudal- y avanzar hacia un modelo absolutista.
Cuando las instituciones del país (gobernadas por las oligarquías terratenientes) tuvieron conocimiento del tratado y de las condiciones llamaron a una revuelta general; y lo que, hasta entonces era un conflicto social, ocurrió una guerra civil. Durante la posesión francesa del Roselló y la Cerdanya (1462-1493), la población norcatalana se rebeló constantemente, y la monarquía francesa tuvo que emplear una cantidad ingente de recursos para mantener el dominio sobre el territorio. Finalmente, en 1493, -aunque el préstamo no había sido devuelto- Fernando II y Carlos VII (hijos, respectivamente, de Juan II y de Luis XI), firmaban en Barcelona la reversión de aquel tratado.