Tal día como hoy del año 1641, hace 378 años, en el contexto de la Revolución y Guerra de los Segadores (1640-1652) llegaba a Barcelona René de Voyer de Paulmy d'Argenson, enviado especial del rey Luis XIII de Francia y de su ministro plenipotenciario Richelieu. Argenson, que los dietarios de la Generalitat denominan "musur Angensó", llegaba a Catalunya con el propósito de negociar con los brazos estamentales los términos de la incorporación del Principat de Catalunya a la monarquía francesa.
Según los dietarios de la Generalitat, Argenson llegó a Barcelona a media tarde y fue recibido en el Portal Nou (situado en el lateral oeste del actual paseo de Lluís Companys) por el president de la Generalitat, Josep Soler, el comandante de las fuerzas militares francocatalanas, Philippe de La Mothe-Houdancourt, y los diputados de la Generalitat y los consellers del Consell de Cent barcelonés. Según las mismas fuentes, se hospedó en casa de la familia Terrer, en la plaza de Santa Anna.
Argenson llegó a Barcelona en un momento marcado por el asesinato del president Pau Claris (27 de febrero de 1641). El equilibrio de fuerzas entre el "partido republicano", liderado por el president Soler (primo del difunto president Claris), y el "partido profrancés", alimentado, principalmente, por un sector importante de las clases mercantiles, obligó al cardenal Richelieu a enviar a Argenson para cerrar definitivamente el acuerdo que tenía que articular la relación Catalunya-Francia.
Como resultado de aquella negociación, el Principat y los condados catalanes ultrapirenaicos se incorporaban a la monarquía francesa como patrimonio independiente de la casa real, lo que significaba que se establecía una relación de tipo bilateral entre Barcelona y París, totalmente al margen de los vínculos políticos de los otros territorios franceses con el poder central. En esa negociación también se confirmó la oficialidad única de la lengua catalana en el Principado y en los condados catalanes ultrapirenaicos.