Tal día como hoy del año 1532, hace 492 años, en Greenwich (reino de Inglaterra) el rey Enrique VIII expulsaba a Catalina de Aragón del palacio de Placentia, la residencia de la familia real inglesa desde la época de la dinastía Lancaster (siglo XV). Enrique VIII presionado por la necesidad de engendrar un heredero varón que proyectara al futuro la estirpe Tudor, había intentado, repetidamente, que el Pontificado anulara su matrimonio con Catalina de Aragón. En aquel momento, la única descendencia viva de la pareja era María Tudor, futura reina María I, que sería llamada "Bloody Mary" (María la sanguinaria). Por aquel entonces, Catalina ya tenía cuarenta y siete años, y Enrique VIII no confiaba en que pudiera engendrar  un heredero.

La posición de Catalina era precaria desde el inicio del reinado de Enrique VIII (1509). El nuevo rey no veía necesaria la alianza anglohispánica que había impulsado su matrimonio con Catalina, hija de los Reyes Católicos. Solo la extraordinaria inteligencia política de Catalina, que siempre puso al servicio de los intereses de la corona inglesa, salvó su posición. Pero a finales de la década de 1520, a medida que ganaba edad, Enrique la marginó progresivamente, hasta que el 18 de junio de 1529 se le comunicó, formalmente, que ya no era la esposa del rey y que era puesta bajo la custodia de Sir Edmund Bedingfield, Caballero del Baño del palacio, en el castillo de Kimbolton. Catalina permanecería recluida en aquel castillo hasta su muerte (7 de enero de 1536)

Esta decisión no se materializó hasta pasados tres años (1 de septiembre de 1532). Y se hizo coincidir con el nombramiento de Ana Bolena, futura esposa de Enrique VIII, como marquesa de Pembroke. Ana pasaba a ser titular de una extensa propiedad en Gales y de un castillo que era la casa solariega de los Tudor. La expulsión de Catalina y el nombramiento de Ana se presentó como el regalo de compromiso de Enrique hacia su futura esposa. Enrique y Ana mantenían una relación desde 1525. Poco después del noviazgo (otoño de 1532) se casaron secretamente en Dover. Y el 25 de enero de 1533, con Ana embarazada de la futura Isabel I, se casaron solemnemente en Londres. Estuvieron casados hasta que el rey la acusó de adulterio y ordenó su ejecución (19 de mayo de 1536).