Tal día como hoy del año 1817, hace 208 años, el ejército colonial español entraba en Barcelona de Venezuela (virreinato de Nueva Granada) y asesinaba a sangre fría a 200 voluntarios del ejército libertador y 1.000 civiles desarmados. Según las fuentes documentales, poco antes de aquella masacre, el general libertador Simón Bolívar había advertido un movimiento de las tropas coloniales en dirección a Barcelona de Venezuela y había ordenado fortificar la antigua misión de los franciscanos, situada en el centro del núcleo urbano. El 7 de abril, las tropas coloniales dirigidas por el coronel español Aldama y Morales asaltaron la misión y, siguiendo órdenes del capitán general español Salvador de Moxó y Quadrado, asesinaron a sangre fría a todos los voluntarios que habían presentado resistencia y a todos los civiles refugiados en su interior.
La misión, denominada Casa Fuerte, quedó reducida a un montón de escombros que sepultaron los centenares de cadáveres de los defensores y de los civiles masacrados por el ejército español. Según la versión oficial de las autoridades coloniales, el irlandés Charles Chamberlain, jefe militar de los defensores nombrado por el general Simón Bolívar, se suicidó antes de caer en manos de los españoles, si bien algunos historiadores actuales apuntan a que fue brutalmente asesinado por los atacantes. En cambio, sus oficiales inmediatos, el militar Pedro María Freites del Bastardo y el médico Francisco Esteban Rivas, fueron apresados, engrillados, trasladados a Caracas y encerrados en las mazmorras de la Capitanía General. Diez días más tarde (17 de abril de 1817), el capitán general Moxó ordenó su ejecución.
Barcelona de Venezuela había sido fundada en 1635 por el negociante y explorador catalán Joan Orpí (Piera, 1593 - Barcelona de Venezuela, 1645), después de comprar las tierras de la desembocadura del río Orinoco a la corona hispánica y obtener autorización para crear una colonia privada siguiendo el modelo colombino, inglés o neerlandés. Orpí bautizó la colonia con el nombre de Nueva Cataluña, y posteriormente fundó las dos ciudades que articulaban aquella colonia: Nueva Tarragona y Nueva Barcelona (más adelante, Barcelona de Venezuela). En 1640, con el estallido de la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59), las autoridades coloniales hispánicas, temerosas de que la colonia de Orpí se convirtiera en la primera colonia de la República catalana en América, se la confiscaron a sus legítimos propietarios y la rebautizaron como Nueva Andalucía.