Tal día como hoy del año 1792, hace 233 años, en París, se utilizaba la guillotina —por primera vez en la historia— para ejecutar a un condenado a muerte. Aunque este hecho se produjo en plena Revolución Francesa (1789-1794) y a las puertas del llamado Régimen del Terror (septiembre, 1793 – julio, 1794), el primer guillotinado de la historia no fue un condenado a muerte por crímenes políticos, sino el delincuente común Nicolas-Jacques Pelletier, que había sido detenido, acusado, juzgado y condenado a muerte por varios robos con fuerza y violencia. Seis meses antes (14 de octubre de 1791), había robado, violado y asesinado a una chica joven. Fue detenido aquella misma noche y, posteriormente, el juez Jacob Moreau lo condenó a muerte (31 de diciembre de 1791).

El 6 de octubre de 1791, la Asamblea Nacional francesa había aprobado un nuevo código penal que sustituiría el del Antiguo Régimen y que, entre otras cosas, pretendía "humanizar" las ejecuciones. La Asamblea —a propuesta del diputado Joseph-Ignace Guillotin, de la Gironda, en la desembocadura del río Garona— había encargado a Antoine Louis, médico judío alsaciano y secretario perpetuo de la Academia de Cirugía, y a Tobias Schmidt, fabricante de pianos originario del ducado imperial de Hesse, el diseño y la construcción de un artefacto capaz de ejecutar a los condenados sin producir el dolor que causaba la horca o el hacha. El 2 de marzo de 1792 (unas semanas antes de la ejecución de Pelletier), se probó con éxito el prototipo de Louis y Schmidt.

La guillotina que ejecutó a Pelletier fue instalada en la Place de Grève (actualmente Place de l'Hôtel de Ville) y, seguidamente, fue desplazada a la Place de la Révolution (actualmente Place de la Concorde) y entre 1792 y 1795 en ella se ejecutaron 2.622 personas, entre ellas los reyes Luis XVI y María Antonieta, y los propios Robespierre, Couthon, Saint-Just, Le Bas y Hanriot, dirigentes del Régimen del Terror (1793-1794) que habían utilizado con profusión este método para eliminar físicamente a la oposición política. Durante el periodo del Terror, en toda Francia, fueron oficialmente ejecutadas 16.594 personas, aunque la investigación historiográfica afirma que los tribunales populares que actuaban al margen de la justicia podrían haber ejecutado a entre 35.000 y 40.000 personas.