Tal día como hoy del año 1582, hace 442 años, en Amberes (entonces Países Bajos hispánicos), el sicario hispánico Juan de Jáuregui perpetraba un atentado contra Guillermo de Orange-Nasáu, stadhouder de los condados de Holanda y de Zelandia, el líder neerlandés de las provincias independentistas de la mitad norte de los Países Bajos y el enemigo número uno de la monarquía hispánica. En aquel contexto, el stadhouder era la máxima autoridad política en los condados de los Países Bajos (un capitán general y un presidente del gobierno a la vez), y era un cargo elegido por los estamentos del territorio (sin intervención de la corona). Guillermo había buscado a un rey para los neerlandeses y pensaba que lo había encontrado en la figura de Francisco de Anjou, hijo del rey Enrique II de Francia.
Según las fuentes documentales, Guillermo fue asaltado en una calle de Amberes. Un individuo que fue detenido e identificado como Juan de Jáuregui, un exsoldado andaluz del Tercio hispánico de Castilla, reconvertido a asesino a sueldo y que confesó haber recibido órdenes de Alejandro Farnesio, gobernador hispánico de los Países Bajos y del mismo rey Felipe II, burló la guardia del stadhouder neerlandés, se abalanzó sobre su persona y le clavó cuatro puñaladas. Según las mismas fuentes, las heridas que sufrió Guillermo en aquel atentado serían muy graves; y sobrevivió después de un largo periodo de convalecencia gracias a los cuidados de su esposa Carlota de Borbón y su hermana María de Orange-Nasáu.
Guillermo se recuperó de aquel atentado, pero no pudo superar un segundo atentado que se produciría dos años más tarde. El rey hispánico Felipe II y su gobernador Farnesio habían ofrecido una recompensa de 25.000 coronas a quien asesinara a Guillermo. Y el 10 de julio de 1584, un individuo que fue detenido e identificado como Balthasar Gérard, un exsoldado borgoñón del Tercio hispánico de Flandes reconvertido a cazador de recompensas, atacó a Guillermo en la casa del profesor Rombertus van Uylenburg, en la ciudad de Delft (Países Bajos independientes), mientras cenaban. Gérard se coló en casa del profesor a través de una ventana y disparó varios tiros contra Guillermo a bocajarro, provocándole la muerte. Gérard no cobró nunca la recompensa.