Tal día como hoy del año 1937, hace 86 años, en el contexto de la guerra civil española (1936-1939), un pelotón de paramilitares del bando rebelde franquista fusilaba a Aurora Picornell Femenías (24 años), Belarmina González Rodríguez (22 años), Caterina Flaquer Pascual (60 años) y sus hijas Antònia Pascual Flaquer (25 años) y Maria Pascual Flaquer (22 años). Las "cinco rosas" mallorquinas, que serían popularmente llamadas "ses roges des Molinar", eran un grupo de costureras y de bordadoras del barrio de El Molinar, de Palma, que habían destacado como activistas políticas durante la II República.
Según las fuentes documentales, las víctimas de aquella masacre habían sido detenidas poco después del golpe de estado (18 de julio de 1936) por elementos paramilitares rebeldes, y durante cinco meses y medio habían sido recluidas y torturadas en la prisión de Palma. Algunas fuentes apuntan que el gobernador civil de Mallorca impuesto por los rebeldes golpistas, Mateu Torres Bestard, autorizó la excarcelación de las cinco mujeres la misma noche de Reyes y las entregó —a modo de "obsequio"— a un pelotón paramilitar formado, principalmente, por falangistas locales, que las condujo a Porreres (un pueblo en el centro de la isla) y las asesinaron en la tapia del cementerio de la población.
La persona más relevante de aquel grupo de víctimas era Aurora Picornell Femenías, que, a pesar de su juventud, ya era una importante activista social y política. Picornell había sido una de las principales defensoras de la enseñanza libre y una pionera del feminismo en Mallorca. Según algunas fuentes, en el momento en que fue asesinada estaba embarazada a causa de las múltiples violaciones que había sufrido en la prisión, y durante los días siguientes, su verdugo —un falangista local llamado Mateu— exhibió la ropa interior de la víctima por las tabernas de los pueblos de la comarca, vanagloriándose de los crímenes y atemorizando a la población.