Tal día como hoy del año 1868, hace 156 años, en las proximidades de Córdoba (Andalucía), se libraba una batalla que enfrentaría a las fuerzas revolucionarias, dirigidas por los generales Prim, Serrano y Topete, y a las fuerzas gubernamentales, comandadas por el general Pavia. Aquella batalla, llamada del Puente de Alcolea, se saldaría a favor de los revolucionarios, y acto seguido la reina Isabel II y su séquito, popularmente denominado "la camarilla del bolsillo secreto", abandonarían Madrid y se dirigirían a Francia. Este séquito, formado por la familia real (la reina, el consorte, los niños, la reina madre, y la hermana y el cuñado de Isabel) era llamado de esta forma por el fenómeno del "bolsillo secreto", un fondo opaco creado y engrosado con todo tipo de corruptelas.

Isabel II se marchó hacia Francia consciente de que su reinado, marcado por grandes escándalos, había llegado a su fin. La reina, hija y sucesora del desprestigiado Fernando VII, hundió todavía más la desacreditada monarquía borbónica española. La propia Isabel era acusada de mantener relaciones sexuales con todos los hombres de la corte e, incluso, circulaban publicaciones en las que se la satirizaba fornicando con los caballos de la cuadra real. La reina madre y viuda, María Cristina, era denominada "la reina de la corrupción". Su cuñado, el duque de Montpensier, era considerado el personaje más intrigante y siniestro de la corte. Y su marido, Francisco de Asís, popularmente "Paquita Natillas", era señalado como homosexual e impotente, e incapaz de engendrar descendencia al trono.

Cuando Prim —en ese momento presidente del Partido Progresista—, Topete y Serrano llegaron con su ejército a Madrid, iniciaron las gestiones para encontrar a un nuevo rey. En aquel contexto, el general Prim proclamaría que: "los Borbones eran el mayor impedimento para la modernización y la democratización de España" y tras un intenso debate que duró unos meses, las Cortes españolas ofrecieron la corona a Amadeo de Saboya, candidato preferido de Prim y miembro la familia real piamontesa que había unificado Italia (1848-1861), considerada la más moderna y progresista de Europa. Después de la batalla del Puente de Alcolea, Isabel II ya no regresaría a Madrid, y moriría en París 36 años más tarde (1904), tras dilapidar el "bolsillo secreto".