Tal día como hoy del año 1464, hace 555 años, en el contexto de la guerra civil que enfrentaba a la Generalitat con el conde rey Juan II, Pedro de Portugal (1429-1466), denominado el condestable de Portugal, hijo de Pedro de Avis —cuarto hijo del rey Juan I de Portugal— y de Elisabet de Urgell —hija del conde Jaume de Urgell, candidato al trono catalanoaragonés en el Compromiso de Caspe (1412)— era proclamado conde de Barcelona por la Generalitat. Aquel conflicto civil era un enfrentamiento entre las oligarquías aristocráticas catalanas que en aquel momento tenían el control de la Generalitat y la corona, que había desplegado una intensa política autoritaria que chocaba con el tradicional equilibrio entre los tres poderes —el aristocrático, el eclesiástico y el real— propios del régimen feudal.
Al conflicto se le sumó también la cuestión remensa. Los campesinos de la gleba reivindicaban la supresión de los llamados malos usos —un conjunto de gravámenes y servidumbres que, desde la centuria del año 1000, los habían rebajado a una condición jurídica de semiesclavitud—. Los conde reyes Alfonso V (1396-1458) y Juan II (1398-1479) se inclinaron, progresivamente, hacia el bando remensa, no por la simpatía que les causaba el movimiento revolucionario campesino, sino porque vieron una ocasión excelente para erosionar el poder del estamento aristocrático y el eclesiástico. Después de un periodo de fuertes tensiones (1455-1462), el conflicto, inicialmente limitado a los ámbitos político y jurídico, derivó en una guerra civil (1462-1472).
Dos años después del inicio del conflicto, el Consell del Principat —un organismo creado para evitar que los gremios y los campesinos tuvieran acceso a la dirección política del país— proclamó a Pedro de Portugal conde de Barcelona, en su calidad de nieto de Jaume de Urgell, que en el compromiso de Caspe (1412) había sido el candidato de las principales casas aristocráticas de Catalunya y de Aragón, y por su proximidad con la casa real portuguesa. La proclamación sería ratificada poco después por el Consell de Cent, gobernado entonces por las oligarquías urbanas barcelonesas. El gobierno de Pedro tendría una duración breve: dos años y medio después de la proclamación, moría a causa de la tisis. Entonces, la Generalitat y el Consell de Cent proclamarían conde a Renato I de Nápoles.