Tal día como hoy del año 1975, hace 49 años, en Adanero (actualmente comunidad de Castilla y León), moría Fernando Herrero Tejedor, uno de los políticos más poderosos de la última etapa de la dictadura franquista. Herrero Tejedor (Castelló, 1920) había hecho una carrera fulgurante en el aparato del régimen desde el momento en el que había concluido sus estudios universitarios. El 4 de marzo de 1975, tras ocupar varios cargos, era nombrado ministro-secretario del Movimiento (el partido único del régimen franquista). Y, a continuación, el propio Herrero Tejedor nombraba a Adolfo Suárez —a quien había conocido en Ávila mientras era gobernador civil (1955-1957)— vicesecretario del Movimiento.

Herrero Tejedor murió en un extraño y misterioso accidente de tráfico. Según la versión oficial, el ministro regresaba a Madrid después de presidir un acto oficial en Palencia. A las nueve de la noche del día de los hechos, el coche oficial en el que viajaba —un Dodge 3700 GT—, circulaba por la carretera nacional VI (Madrid - La Coruña) y chocó contra un camión que se había incorporado a la vía sin respetar a un "ceda el paso". Ambos conductores (el del vehículo oficial, Pablo Fernández Sánchez, y el del camión que había cometido la infracción, Germán Corral Gómez) resultaron ilesos. Pero, en cambio, Herrero Tejedor, extrañamente, murió en el acto.

Ese misterioso accidente se produjo en un contexto de descomposición del régimen franquista. Herrero Tejedor, que formaba parte de la "familia" tecnócrata —muy vinculados al Opus Dei— y abiertamente enfrentada a la "familia" de los "camisas viejas" —falangistas—, era considerado un elemento de la corriente aperturista representado por Juan Carlos de Borbón. Tan solo tres meses antes de su muerte (4 de junio), había sido colocado en la dirección del Movimiento, relevando el "camisa vieja" Utrera Molina. Los historiadores consideran que Herrero Tejedor era uno de los candidatos mejor situados para asumir el poder a la muerte de Franco e iniciar el desmantelamiento del régimen dictatorial.

Desde un primer momento, ese accidente y esa muerte estuvieron rodeados de una aureola de misterio. Sus características eran casi idénticas a las del misterioso accidente que, unos años antes (25 de febrero de 1962) había costado la vida a Joan March, el banquero del régimen franquista, también muy vinculado al Opus Dei. Tras la muerte de Herrero Tejedor, el régimen proveería el cargo vacante con el nombramiento del "camisa vieja" Solís Ruiz, en un revelador movimiento pendular. Pero seis meses más tarde —y veinte días después de la muerte de Franco—, el rey Juan Carlos empujaba, de nuevo, el péndulo, cesando a Solís Ruiz y nombrando, en su lugar, a Adolfo Suárez, el delfín de Herrero Tejedor.