Tal día como hoy del año 1603, hace 421 años, en Londres, moría Isabel Tudor, que había sido reina de Inglaterra como Isabel I (1558-1603). Durante su reinado, Isabel I fue denominada la "Buena Reina Bess", la "Reina Pelirroja" (por el color de su pelo) y la "Reina Virgen" (porque no se casó nunca, aunque los que le colgaron este nombre no contaron con que había tenido una tórrida relación con el militar y explorador Walter Raleigh). Isabel reinó durante más de 44 años y cuando la alcanzó la muerte, era la persona que había ostentado la corona de Inglaterra durante más tiempo.

A diferencia de su hermanastra y antecesora María I (hija de Catalina de Aragón y conocida como "Bloody Mary"), promovió el protestantismo y, siguiendo la tradición Tudor, se inclinó hacia las clases mercantiles urbanas prescindiendo de las aristocracias latifundistas rurales. Y eso la situó en el punto de mira de la cancillería hispánica, que contemplaba aquella Inglaterra emergente y protestante como una amenaza. Este escenario político sería el que impulsaría el rey hispánico Felipe II a armar un grupo naval formado por 130 naves tripuladas por 30.000 hombres.

Aquel grupo representaría la mayor amenaza contra Inglaterra desde la conquista normanda de Guillermo el Conquistador (1066). Pero a diferencia de lo que había pasado cinco siglos antes, Isabel reaccionó uniendo el país. Reclutó y armó más de ciento sesenta naves comerciales que se sumaron a las cincuenta carracas militares de la corona. En total, 20.000 hombres que fueron capaces de disipar aquella gran amenaza y dispersar al grupo hispánico. Después de su incontestable victoria, los ingleses, irónicamente, bautizarían a la escuadra hispánica como "Armada Invencible".