Tal día como hoy del año 1873, hace 151 años, Roque Barcia Martí, presidente del cantón de Cartagena; solicitaba, formalmente, la anexión del territorio que gobernaba a los Estados Unidos de América. Aquella petición se instrumentó en una misiva oficial que el presidente Barcia envió a Ulysses Simpson Grant, miembro del Partido Republicano americano y presidente de los Estados Unidos. Aquella misiva se envió poco después de que el ejército español —que había rodeado y sitiado la ciudad de Cartagena— iniciara un bombardeo indiscriminado contra la trama urbana civil.

El cantón de Cartagena (inicialmente Cantón Murciano, pero con capital en Cartagena) había sido constituido el 12 de julio de 1873, durante la Revolución Cantonalista promovida por los federalistas (también llamados "intransigentes") que aspiraban a transformar la República española de modelo unitario hacia un nuevo Estado de arquitectura federal. Durante los primeros meses de 1873, los federalistas —encabezados por Emilio Castelar que, en el momento en que Barcia pide la anexión a los Estados Unidos era el presidente de la República española— habían redactado una Constitución Federal.

Aquella Constitución (inspirada en la norteamericana) nunca sería aprobada por las Cortes españolas, pero representaba un cambio formidable de la arquitectura del Estado español con la constitución de 17 repúblicas federadas: Catalunya, Baleares, País Valencià, Aragón, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, Navarra, País Vasco, Asturias, Galicia, Extremadura, Andalucía Alta (antiguo reino de Granada), Andalucía Baja (antiguo reino de Sevilla), Canarias, Cuba y Puerto Rico. En cambio, no se contemplaba la posibilidad de constituir Filipinas en República federada y se la mantenía con el estatus de colonia.

El Gobierno nunca aceptó las iniciativas locales que pretendían acelerar estos cambios, y declaró la guerra a las Juntas que se habían anticipado a la acción del Ejecutivo. En aquel contexto, el presidente Barcia (nacido en Andalucía, pero descendente de gallegos y de catalanes), que sabía que a pocas millas del puerto de Cartagena había un grupo de la marina de guerra de los Estados Unidos que, permanentemente, navegaba por el Mediterráneo defendiendo los intereses comerciales norteamericanos en el Magreb; solicitó convertir el cantón de Cartagena en un Estado de los Estados Unidos.