Tal día como hoy del año 1834, hace 191 años, el segundo gobierno de la regente María Cristina de Borbón (viuda de Fernando VII y madre de Isabel II), que estaba presidido por el liberal Francisco Martínez de la Rosa (Granada, 1787 – Madrid, 1862), aprobaba la ley de división judicial del territorio español. Aquel proyecto, redactado por Nicolás María Garelli Battifora (València, 1777 – 1850), ministro de Gracia y Justicia de aquel ejecutivo, sería la primera ley que aprobaba aquel gobierno. Poco antes (29 de septiembre de 1833), el primer gobierno de la regente —presidido por el no adscrito Francisco de Cea Bermúdez— había aprobado la ley de división provincial, que había troceado Catalunya —hasta entonces provincia única— en cuatro provincias.
Tanto la ley de división provincial (que había redibujado y distribuido el mapa administrativo y militar español en 50 provincias), como la ley de división judicial (que distribuiría el mapa judicial y electoral en 451 partidos judiciales) estaban claramente inspiradas en la división administrativa, judicial y militar francesa que habían impuesto los jacobinos franceses (contrarios al reconocimiento de las distintas realidades históricas, culturales y lingüísticas del territorio francés) al inicio de la Revolución Francesa (1789). Ambos mapas (el francés y el español) se habían trazado con el mismo criterio ideológico y con el mismo propósito de desnaturalización y eliminación de las minorías nacionales.
En aquel nuevo mapa judicial, Catalunya fue fragmentada en 36 partidos judiciales, que en la mayoría de casos tenían un trazado absurdo que no respondía a ninguna realidad histórica, cultural ni económica, sino que aquellas divisiones judiciales se superpusieron —casi siempre— a las líneas de los corregimientos, la división administrativa impuesta después de la ocupación borbónica del país (1714). Así, por ejemplo, la comarca natural e histórica del Pla d'Urgell fue fragmentada en cuatro partidos judiciales (Lleida, Cervera, Les Borges Blanques y Balaguer). O, por ejemplo, la comarca natural e histórica de la Vall del Corb fue fragmentada en tres partidos judiciales (Les Borges Blanques, Cervera y Montblanc).