En un día como hoy de hace exactamente cincuenta años se hacía público el Manifest de la Tancada, fruto de la reunión clandestina en Montserrat de unas trescientas personalidades catalanas, entre las cuales intelectuales, pintores, escritores, poetas, periodistas, cineastas y activistas políticos constituidos en asamblea para protestar contra el franquismo.
Los congregados, que se encerraron en el monasterio durante los días 12, 13 y 14 de diciembre acogidos por el abad Cassià M. Just denunciaron en concreto el denominado Proceso de Burgos, juicio sumarísimo o consejo de guerra que juzgó a 16 personas acusadas de pertenecer a ETA politico-militar, 9 de las cuales fueron condenadas a muerte. Se les acusaba de haber asesinado a Melitón Manzanas, jefe de la policía secreta en San Sebastián, al guardia civil José Pardines y al taxista Fermín Monasterio. Durante el juicio, ETA secuestró al cónsul honorario de la República Federal Alemana (RFA) en Sant Sebastiàn Eugen Beihl, lo cual reportó una amplia resonancia internacional al juicio militar.
Entre los reunidos había nombres como los de Antoni Tàpies, Joan Miró, Josep Benet, Montserrat Roig, Terenci Moix, Joan Brossa, Raimon, Joan Manuel Serrat, Guillermina Motta, Jaume Cabré, Oriol Bohigas, Gabriel Ferrater, Núria Espert, Mario Gas, Josep Maria Benet i Jornet, Manuel Sacristán o Xavier Folch.
Las personalidades catalanas reunidas en Montserrat, además de protestar por el juicio, reclamaron en un manifiesto la amnistía, las libertades democráticas y el derecho de autodeterminación. La protesta fue promovida por dos entidades unitarias de oposición al franquismo, la Taula Rodona y la Comissió Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya. Los reunidos crearon la Assemblea Permanent d'Intel·lectuals Catalans. El día 14 finalizaron el encierro para evitar que los monjes pudieran sufrir represalias del régimen franquista.
El texto íntegro del manifiesto, traducido del catalán, es el siguiente:
Nosotros, intelectuales catalanes constituidos en Montserrat en asamblea permanente, nos creemos en el deber de tomar posición ante la gravísima situación política y social provocada por el Consejo de Guerra sumarísimo contra dieciséis militantes de ETA, acusados de luchar por el socialismo y por los derechos nacionales del pueblo vasco.
En estas circunstancias, constatamos:
1.Que en el Estado español sigue siendo aplicada, contra toda opinión o acción de signo democrático, una legislación represiva iniciada hace más de treinta años, durante la guerra civil.
2.Que el actual sistema político-jurídico al servicio de una estructura social clasista y anacrónica convierte en delito hechos políticos y sociales que en todo estado democrático son considerados legítimos e incluso constituyen derechos elementales de todo ciudadano.
3.Que la tortura y los malos tratos físicos y morales, que han sido denunciados reiteradamente, son todavía una práctica policíaca sistemática.
4.Que los derechos de los pueblos y naciones que hoy forman el Estado español son ignorados y reprimidos a beneficio de una supuesta y falsa unidad nacional, principio básico de las leyes fundamentales del Estado español.
Vistos estos hechos, consideramos inadmisible la aplicación de las gravísimas penas pedidas al Consejo de Guerra sumarísimo de Burgos. Denunciamos que los medios de comunicación del Estado, especialmente Radio Nacional de España,Televisión Española y la Agencia Cifra, tergiversan o escamotean sistemáticamente la información. Y, como no existen medios normales de libre expresión, nos vemos obligados a manifestarnos a través de este documento.
En primer lugar, repudiamos el proceso de Burgos en los términos expresados por los abogados defensores, al mismo tiempo que nos solidarizamos con los movimientos de repulsa que se han producido y se producen tanto en el interior como en el exterior.
En segundo lugar, reclamamos que sean tomadas inmediatamente las medidas siguientes:
1.Que quede sin efecto cualquier condena que pueda ser dictada por el tribunal de Burgos. 2.Que sea promulgada una amnistía general de todos los presos por motivos políticos y sociales, los sancionados y de los exiliados. 3.Que sea derogado el decreto ley de bandidaje y terrorismo y abolidas las jurisdicciones especiales. 4.Que sea abolida la pena de muerte por cualquier delito. 5.Que sea establecido un estado auténticamente popular que garantice el ejercicio de las libertades democráticas y de los derechos de los pueblos y naciones que forman el Estado español, incluido el derecho de autodeterminación.
Finalmente, manifestamos nuestra completa adhesión fraternal al pueblo vasco y a sus reivindicaciones, que son las nuestras.
Montserrat, 13 de diciembre de 1970
El día de Navidad de 1970, ETA liberó al cónsul alemán secuestrado. El 28 de septiembre se dictó la sentencia, que incluía un total de 9 condenas a muerte, tres más de las inicialmente pedidas, y 519 años de prisión para los encausados, superando así las peticiones del fiscal.
No obstante, el régimen indultó todas las condenas a muerte por acuerdo del Consejo del Reino y del Consejo de Ministros reunido en El Pardo, residencia del dictador Francisco Franco. La Tancada de Montserrat fue decisiva para la conmutación de las penas y dio resonancia internacional a la oposición catalana al franquismo.