Tal día como hoy del año 1222, hace 796 años, moría en Catania (Sicilia) la emperatriz del Sacro Imperio Romanogermánico Constanza de Aragón, hija del conde-rey Alfonso I de Barcelona y II de Aragón y de la princesa Sancha de Castilla, y hermana pequeña del conde-rey Pedro I de Barcelona y II de Aragón; y que llegaría a la dignidad imperial por su matrimonio con el emperador Federico II. Constanza no tan sólo sería la catalana más poderosa de su época, sino que también pondría los cimientos de la alianza entre las casas de Hohenstaufen (de su esposo) y de Aragón; que posteriormente, se traduciría en la gravitación de Sicilia hacia la órbita política del Casal de Barcelona.
El enlace entre Federico y Constanza es uno de los ejemplos más paradigmáticos de las políticas matrimoniales de las cancillerías de la época. Cuando se celebró el enlace (1208) Constanza, que ya era viuda de su primer marido, el rey Aymerich I de Hungría, Croacia, Dalmacia y Eslavonia, tenía treinta años. Después de enviudar y de perder, acto seguido, al único hijo del matrimonio y nuevo rey, el pequeño Ladislao, huyó asediada por el hermano de Aymerich, que había usurpado el trono. En cambio, Federico Hohenstaufen, su segundo marido, sólo tenía trece años. Pero el interés de la cancillería de Barcelona en reconstruir la sólida relación que había mantenido con Hungría, los llevó a negociar este matrimonio.
La entrada en escena de los Hohenstaufen austríacos -muy superiores militarmente a las fuerzas húngaras- y que con aquel matrimonio adquirían ciertos derechos dinásticos sobre la corona que había ostentado Constanza, alteró notablemente el equilibrio de pesos en la Europa oriental. Los Hohenstaufen plantearon un conflicto de desgaste y el usurpador Andrés, cuñado de Constanza, comprometió la totalidad del tesoro real para sostenerse en el poder. Arruinado y en manos de la oligarquía aristocrática del reino, acabaría obligado a pactar unas compensaciones para la Corona de Aragón que pasarían por casar a su hija Violante (sobrina de Constanza) con el conde-rey Jaime I, sobrino de Constanza.