Tal día como hoy del año 1641, hace 379 años, en el contexto de la Guerra de los Segadores (1640-1652) el Dietario de la Generalitat anotaba que durante la jornada anterior la escuadra naval catalano-francesa —comandada por Henri d'Escoubleau, teniente general de la marina real francesa y arzobispo de Burdeos— había destruido la flota anclada en el puerto de Tarragona. Según el Dietario, “dit senyor arcabisbe havia fet cremar un vaxell inglés que en lo port de Tarragona havia entrat ab viures, per haver-li dit, quant lo encontrà ans de entrar en lo port, que venia a esta ciutat, y també ha cremadas totas las barcas y bergantins que en dit port y platja havia”.
En aquel momento, Tarragona y Tortosa eran las dos únicas plazas catalanas en poder del ejército de Felipe IV. Más concretamente, en Tarragona se habían refugiado los restos del ejército hispánico que, tres meses y medio antes (26/01/1641), había sido derrotado en Montjuïc y del cual no había desertado en plena desbandada. Según el mismo Dietario, la operación catalano-francesa en el puerto de Tarragona perseguía eliminar cualquier posibilidad de que la guarnición militar hispánica pudiera obtener armas y comestibles por vía marítima. En esta línea se informaba de que, también, el día anterior el ejército catalano-francés había tomado el castillo de Salou y el control del camino entre Tarragona y Tortosa.
También el día anterior, un destacamento del ejército catalán, comandado por Josep de Margarit, bombardeaba el castillo de Constantí, y provocaba la huida en desbandada de la guarnición hispánica, que acabaría refugiándose en Tarragona. El sitio de la ciudad culminaría tres semanas después (10/06/1641), cuando el mismo destacamento de Margarit sorprendió y aniquiló una compañía hispánica que había abandonado el cercado amurallado de Tarragona con el propósito de saquear los silos de la villa de El Catllar. A partir del hecho, el círculo se estrecharía considerablemente, y tres semanas después (04/07/1641), el ejército catalano-francés ya estaba en los pies de la muralla de Tarragona, rodeando totalmente la ciudad.