Tal día como hoy del año 1931, hace 86 años, se celebraron unas elecciones municipales que, por el especial contexto social, político y económico del momento, tenían un clarísimo carácter plebiscitario. El Estado español durante los últimos siete años (1923-1930) había sido gobernado por un régimen dictatorial militar –Primo de Rivera, Berenguer– que sostenía una desprestigiada monarquía -Alfonso XIII– salpicada por una larga historia de escándalos. A todo eso se añadía una brutal crisis económica que era el resultado de la suma de la persistencia de fenómenos atávicos como el caciquismo –en el mundo agrario–, y la explotación –en el mundo industrial– y más recientes como el contagio del crac global de 1929.
En Catalunya, los años de plomo de la dictadura –especialmente durante el directorio de Primo de Rivera– habían sido marcadamente convulsos: la supresión de la Mancomunitat, el complot del Garraf, la clausura del campo de las Corts, el intento de ilegalización del FC Barcelona, los hechos de Prats de Molló. La dictadura había ejercido una persecución brutal y obsesiva contra todo el tejido asociativo, cultural y político de las izquierdas y del catalanismo. Y la respuesta había sido la progresiva transformación de los sectores sociológicos autonomistas –que actuaban en la clandestinidad– hacia posiciones ideológicas claramente independentistas.
El 12 de abril de 1931, la Esquerra Republicana liderada por Francesc Macià –que una buena parte de la sociedad catalana había elevado a la categoría de héroe por los hechos de Prats de Molló– ganaba en las cuatro capitales de circunscripción y obtenía el 75% de las actas de diputados provinciales. En España, aunque las fuerzas republicanas no obtuvieron el mismo grado de apoyo que en Catalunya, el Borbón interpretó que había perdido –definitivamente– el favor de la población, e inició el camino del exilio. Dos días más tarde, el 14 de abril de 1931, Francesc Macià y su gobierno provisional restauraban la Generalitat y el autogobierno, y proclamaban la República catalana dentro de la Federación de Estados ibéricos.