Tal día como hoy del año 1416, hace 604 años, moría en Igualada (Anoia) Fernando de Trastámara, el primer rey castellano de la corona catalanoaragonesa. Fernando de Trastámara, nacido en Medina del Campo (Castilla) en 1380, era hijo del rey Juan I de Castilla y León y de la princesa Eleonor de Aragón (hermana del difunto conde-rey Martín el Humano, el último soberano de la dinastía Berenguer-Aragón). Precisamente, después de la muerte sin descendencia legítima de Martín el Humano (1410), había presentado su candidatura a ocupar el trono catalanoaragonés, que ganaría en el Compromiso de Caspe (1412).
Fernando de Trastámara ganó la elección de Caspe gracias a las alianzas políticas que había tejido con las oligarquías mercantiles de Barcelona y de València, totalmente opuestas a la ideología involucionista y refeudalizadora de su gran rival: Jaime de Urgell. Casado con su tía-prima Eleonor de Alburquerque (1374-1435), llamada la Ricahembra por la extraordinaria dimensión de su patrimonio persona, Fernando tuvo la habilidad de presentar esta fuerza económica como la mejor garantía para el restablecimiento del poder económico catalanoaragonés en el Mediterráneo.
Fernando había nacido y había sido educado en una corte dominada por la ideología autoritarista propia del régimen señorial castellano; claramente contrapuesta al sistema de equilibrio de poderes (rey y clases populares-nobleza militar-Iglesia) propio del régimen feudal catalán. Durante los primeros meses de reinado, se enfrentó con todos los estamentos de la sociedad catalana, tanto con sus aliados que lo habían impulsado hasta el trono, como con los de su antiguo rival Jaime de Urgell. Estas desavenencias culminarían con la crisis del Vectigal (el impuesto sobre la carne que Fernando se negaba a pagar al Consell de Cent).
No obstante, durante su efímero reinado, se asentaron las bases de la restauración del poder militar y económico catalanoaragonés en el Mediterráneo; y de la progresiva liquidación del régimen feudal que afectaba, especialmente, a los campesinos de redención. Fernando murió, oficialmente, a causa de una crisis renal. Pero durante su efímero reinado (1412-1416), había acumulado una larga nómina de enemigos, y algunos historiadores sostienen que podría haber sido envenenado. Incluso, se especula que habría sido una venganza urdida por los partidarios de Jaime de Urgell.