Tal día como hoy del año 1969, hace 51 años, el dictador Franco —jefe del estado español— presentaba en las Cortes españolas la propuesta de designación de Juan Carlos de Borbón como sucesor en la "jefatura del estado". La presentación de aquella propuesta era una pura formalidad: previamente, el mismo Franco había decidido que Juan Carlos de Borbón (nieto del rey Alfonso XIII, que había abandonado el trono, en 1931, después del triunfo electoral de los partidos republicanos) sucedería el dictador a su muerte. En aquella sesión plenaria, la propuesta del dictador sería votada afirmativamente por unanimidad.
Según la prensa de la época (La Vanguardia Española, edición del 22/07/1969), Manuel Fraga Iribarne, entonces ministro de Información y Turismo, proclamó: “Se van a poner las piedras definitivas que, sobre el pasado histórico nos abren un futuro esperanzador”. Poco después (30/12/1969), en el discurso televisado de Navidad y difundido, también, por el No-Do durante los meses posteriores, Franco proclamó: “Todo ha quedado atado y bien atado, con mi propuesta, y la aprobación de las cortes de la designación como mi sucesor a titulo de rey, del príncipe don Juan Carlos de Borbón”.
El 22 de noviembre de 1975 (dos días después de la muerte de Franco y seis años después de haber sido designado sucesor), Juan Carlos de Borbón era coronado rey de España como Juan Carlos I, sin ningún otro requisito que el cumplimiento de la Ley de Sucesión (1947) —que daba plenos poderes a Franco para la elección de su sucesor— y la designación de 1969. La ciudadanía del estado español no fue nunca consultada. Posteriormente, el nuevo régimen constitucional aceptaría la validez y la continuidad de aquellas leyes franquistas a través del Título II en la Constitución española de 1978.