Tal día como hoy del año 1409, hace 611 años, se libraba la batalla de Sanluri (a 20 kilómetros al norte de Cagliari, la capital de Cerdeña). En aquella batalla tan decisiva se enfrentaron las tropas de la corona catalanoaragonesa ―formadas exclusivamente por catalanes y comandadas por el heredero Martín el Joven― con un combinado de fuerzas militares sardas, genovesas y francesas ―comandadas por Guillem de Arborea―. La clamorosa derrota de la alianza anticatalana impondría, definitivamente, la dominación del Casal de Barcelona sobre la isla de Cerdeña, después de un siglo largo de luchas y conflictos.
Según la investigación historiográfica, la última revuelta sarda ―que había culminado con la batalla de Sanluri― venía provocada por una alteración de los pesos políticos en la isla. Desde la primera ocupación catalana (a principios de la centuria de 1300), las clases urbanas sardas y los nuevos dominadores catalanes habían forjado una alianza política, económica y social que tenía el control sobre todas las ciudades costeras. Pero, al principio de la centuria de 1400, la República de Génova y la corona francesa habían decidido, abiertamente, apoyar la resistencia sarda del interior de la isla.
Después de la batalla de Sanluri, la isla fue pacificada y la totalidad de su territorio pasó a ser controlado por el Casal de Barcelona. Cerdeña se convertiría en un estado más de la corona catalanoaragonesa (aunque, sorprendentemente, no estaba representado en el Compromiso de Caspe, 1412). Y Cagliari sería una ciudad catalanohablante. Esta situación se mantendría hasta que en 1713 el primer Borbón hispánico la cedió al ducado independiente del Piamonte a cambio de la retirada del conflicto sucesorio hispánico. No obstante, el catalán se mantendría como la lengua de cultura de Cerdeña hasta bien entrado el siglo XIX.