Fotografía principal: Funeral de Durruti en Barcelona
Tal día como hoy del año 1936, hace 83 años, en el contexto de las semanas inmediatamente posteriores al golpe de estado franquista que desembocó en la Guerra Civil española (1936-1939), morían en Madrid y en Alacant ―respectivamente― Buenaventura Durruti (uno de los principales líderes de la CNT de Catalunya y del Comité de Milicias Antifascistas de Catalunya) y José Antonio Primo de Rivera (fundador y máximo dirigente de la Falange Española). Las polémicas muertes de Durruti y de Primo de Rivera (considerados elementos de una radicalidad extrema), lejos de rebajar el conflicto, todavía lo atizaron con más fuerza, y la represión en las dos retaguardias se intensificó hasta alcanzar niveles de una brutal inhumanidad propios de una guerra de exterminio.
Según la versión oficial, Durruti (León, 1896) murió por un tiro disparado por un francotirador fascista en los alrededores de la Ciudad Universitaria de la capital española. Pero varias teorías apuntadas por testigos presenciales (el líder anarquista Joan Garcia Oliver) o por historiadores coetáneos (Antoni Rovira i Virgili y Ferran Soldevila) descartan tanto la versión oficial como la de algunos dirigentes anarquistas, que sostenían que se le habría disparado accidentalmente el arma. La investigación contemporánea abunda en la falsedad de la versión oficial y apunta que la muerte de Durruti habría sido urdida por los servicios secretos soviéticos, y que habría sido obra de un agente infiltrado que le disparó mortalmente aprovechando una restriega con paramilitares golpistas. Fue enterrado en Barcelona, pocos días después, en una gran manifestación de duelo.
Traslado de los restos de Primo de Rivera al Valle de los Caídos (1939) / Fuente: Filmoteca Española
También, según la versión oficial, Primo de Rivera (Madrid, 1903) fue condenado a muerte y fusilado por un tribunal revolucionario, acusado de instigar la rebelión con actos de extrema violencia. Pero la investigación contemporánea revela que, antes de la ejecución, Primo de Rivera formaba parte de un programa de intercambio de prisioneros y que el general Franco denegó su rescate. Esta negativa se explica porque los históricos de la Falange se resistían a diluirse dentro del Movimiento. Poco después, Franco acusaría de conspiración a Manuel Hedilla, al sucesor de Primo de Rivera, y lo condenaría a muerte. Las presiones del régimen nazi alemán evitarían la ejecución, pero el núcleo de Primo de Rivera quedaría desactivado. A la conclusión del conflicto (noviembre 1939), Primo de Rivera sería enterrado como un héroe en el Valle de los Caídos.
También, tal día como hoy del año 1975, hace 44 años, moría en Madrid el dictador Franco.