Tal día como hoy del año 1347, hace 673 años, en Barcelona, se casaban el conde-rey Pedro III de Barcelona y IV de Aragón (28 años) —llamado el Ceremonioso— y la princesa Leonor de Portugal (19 años). Cuando se celebraron aquellas bodas, Pedro era viudo en primeras nupcias de María de Évreux, hija de los reyes de Navarra. En cambio, para Leonor, hija de los reyes de Portugal, era la primera vez que se casaba. Aquella unión matrimonial formaba parte de la política de la cancillería de los Berenguer-Aragón, en aquel momento en el punto culminante de poder y expansión del casal de Barcelona, que ambicionaba, a medio-largo plazo, alcanzar y concentrar todos los tronos peninsulares.
Pero el matrimonio de Pedro y Leonor duró poco menos de un año. En abril de 1348, la peste negra llegaba a Barcelona y se propagaba a una gran velocidad por todos los territorios de la corona catalanoaragonesa. A todo eso se le sumó el escenario previo de crisis económica, provocada por fuertes sequías que remontaban a 1315, y por el descontento de las clases populares contra las contribuciones de guerra que, en forma de impuestos extraordinarios, exigía el monarca. Este escenario de conflicto había estallado en el País Valencià a finales de 1347, liderado por el estamento nobiliario, y que en pocas semanas había adquirido un carácter de revuelta.
Los condes-reyes Pedro y Leonor se dirigieron a València con el propósito de reprimir aquella revuelta, que sería denominada Guerra de la Unión (1347-1348). Pero una vez allí fueron detenidos y recluidos. Allí sería donde Leonor se contagiaría y enfermaría. Ante aquella situación, sus captores los liberaron y la pareja real emprendió camino hacia Barcelona. Pero Leonor acabaría muriendo en Xèrica, a un día de camino pedestre al norte de València. Era el 30 de octubre de 1348, cuando faltaban quince días para el primer aniversario de sus bodas. Leonor sería la víctima más ilustre de aquella pandemia en la corona catalanoaragonesa.