Tal día como hoy del año 1889, hace 130 años, moría en Barcelona Francesc de Paula Rius y Taulet, que en el transcurso de su vida había sido alcalde de la capital catalana en cuatro ocasiones. No obstante, Rius i Taulet adquiriría el prestigio que transportaría su nombre a la posteridad, durante su último mandato como alcalde de Barcelona (1885-1889). Durante este mandato impulsó y gestionó la celebración de la Exposición Universal de 1888 que, después de un siglo largo de ostracismo provocado por la ocupación borbónica de 1714, conseguiría situar ―de nuevo― Barcelona en el mapa de las grandes capitales europeas.
A la sombra de la Exposición Universal se llevaron a cabo una serie de construcciones y mejoras que, a Rius i Taulet, le valdrían el sobrenombre de "el alcalde urbanista". Durante su último mandato (1885-1889) se urbanizó el parque de la Ciutadella, el paseo de Colom, el Moll de la Fusta y se hizo la primera instalación de alumbrado eléctrico en las calles de Barcelona (la Rambla, plaza Sant Jaume y paseo Colom). También durante aquel mandato, Rius i Taulet promovió la construcción del mercado del Born, del Palau de Belles Arts y la estatua de Colón y se iniciaron las obras del Palau de Justícia, del cementerio de Montjuïc y del Instituto Municipal de Higiene.
La Exposición Universal de 1888 era el primer certamen de esta naturaleza que se celebraba en la península Ibérica. El impulso de aquella cita promovería el derrumbe del último tramo de muralla existente (la muralla de Mar) y la urbanización del frente marítimo y de la mitad sur de la Dreta del Eixample; espacios que serían ambiciosamente dotados con los elementos urbanísticos y constructivos característicos de una gran capital europea. Esta fiebre constructiva generaría tensiones económicas, hasta el punto que concluida la Exposición Universal, se recordaría a Rius i Taulet por una frase suya: "Haz lo que debas, aunque debas lo que hagas".