Marcel A. Farinelli (Alguer, 1978). Licenciado en Historia por la Universidad de Florencia. Doctor en Historia por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Ha sido investigador post-doctoral en la Universidad de Córcega. Especialista en la historia contemporánea de Cerdeña, Córcega y el Alguer, ha estudiado a fondo las relaciones entre estos territorios, y es experto en la disciplina de los Island Studies. Hace quince años que vive en Barcelona. Políglota: habla catalán, italiano, castellano, inglés y francés. Actualmente es profesor universitario en el CIEE (Council on International Educational Exchange), en la sede de Barcelona; donde imparte estudios de historia de Barcelona, Cataluña y de España en inglés a estudiantes procedentes de todo el mundo. Ha publicado cinco libros.
Profesor, conocemos más o menos bien el origen de la existencia de la lengua catalana en el Alguer, que situamos en el 1354, cuando el conde-rey Pedro III expulsó buena parte de la población autóctona —que se le había rebelado— y repobló la ciudad con catalanes. Pero no conocemos tan bien la conservación —la resistencia, podríamos decir— de este fenómeno cultural a partir de 1714. ¿Qué lo hace?
Se ha hablado mucho del "milagro alguerés", que es la conservación de la lengua y de la cultura catalanas en el Alguer después de 1714 y en unas condiciones muy hostiles. En aquel momento, Cerdeña pasa de la Corona catalanoaragonesa —que en aquel momento es parte integrante de la monarquía hispánica— a Austria, primero; y a los Saboya, después; y se rompe un vínculo histórico con Catalunya que remontaba a inicios del 1300. En Cagliari, en Sassari o en Iglesias, para poner tres ejemplos, se inicia un proceso lento de sustitución del catalán como lengua urbana y de cultura por el proto-italiano que importan y que imponen los Saboya piamonteses. Pero, en cambio, en el Alguer, el catalán se conservará y se transmitirá durante generaciones. Y eso se entiende por un proceso histórico, que es lo que explica este fenómeno singular.
¿En que consistía este proceso?
Desde la conquista catalana del siglo XIV, el catalán se convirtió en la lengua urbana de Cerdeña. Del Alguer y de las otras ciudades de la isla. Pero en el Alguer, concretamente, se convirtió en el principal elemento de la identidad local.
Y en un instrumento de integración de la emigración rural sarda y comercial ligur que, entre los siglos XVI y XVIII se estableció en el Alguer. Incluso, más allá de 1714, en pleno proceso de italianización de Cerdeña; en el Alguer el catalán siguió jugando este papel. En este sentido, es bien conocido el caso de los pescadores originarios de Torre del Greco, cerca de Nápoles que, a finales del siglo XIX, emigraron y se establecieron en el Alguer. Este colectivo adoptó el catalán como lengua propia, y uno de los grandes cantautores alguereses contemporáneos en catalán, Angel Maresca "lo Barber", es un producto de este fenómeno.
A partir de 1659, el régimen borbónico francés prohibió y persiguió el catalán en la Catalunya norte. A partir de 1714, el régimen borbónico español hizo lo mismo en Catalunya, en el País Valencià y en las Islas Baleares. ¿Cómo reaccionó el régimen de los Saboya piamonteses a la existencia del catalán en Cerdeña y más concretamente en el Alguer?
Fue diferente. Lo que pretendía, básicamente, el nuevo poder saboyano era "desespañolizar" Cerdeña. Es decir, romper los vínculos que podían quedar entre las oligarquías sardas y la corona española. Y el resultado fue muy curioso. Porque mientras que la lengua de la corte de Turín era el francés, y la lengua popular del ducado independiente de Saboya era el piamontés —una lengua románica similar al occitano; el nuevo poder impuso el proto-italiano, una lengua franca que se utilizaba en la península italiana. Es importante destacar que todo eso pasó mucho antes de la unificación política de Italia, liderada por los Saboya piamonteses, que no se produciría hasta 1861.
¿Qué instrumentos utilizó el nuevo poder saboyano para italianizar Cerdeña?
La enseñanza. Pero no fue de inmediato. Porqué, inicialmente, los duques de Saboya pensaban que la posesión de Cerdeña sería un dominio efímero; que a la larga, lo intercambiarían con otro territorio que les podía convenir más. Ahora bien, pasado casi medio siglo, en 1760, se convencen de que se quedarán con Cerdeña para siempre; y entonces es cuando los enseñantes que impartían en castellano en las Escuelas Reales y a las dos Universidades de la isla son sustituidos por personal procedente de la península italiana, es decir, de estados extranjeros, pero que impartían en proto-italiano. Esta medida, sin embargo, tuvo poco éxito a nivel general porque solamente abarcaba la minoría social que tenía acceso a la escuela.
¿Eso quiere decir que el catalán siguió siendo la lengua popular en las ciudades sardas durante la primera etapa de dominación saboyana?
Sí y no. En el siglo XVIII el catalán ya no era la lengua popular en Cagliari o en Sassari, como no lo era la de las élites isleñas que, con anterioridad —durante la época de la monarquía hispánica (siglos XVI y XVII)—, habían adoptado el castellano. En este nuevo contexto de dominio saboyano, el proto-italiano se impuso como lengua de cultura. Sin embargo, en el Alguer sobre todo, el catalán seguiría siendo la lengua; y los documentos oficiales donde solo intervenían personas de extracción popular; como, por ejemplo, las escrituras notariales de compra-venta que se siguieron redactando en catalán hasta bien entrado el siglo XIX.
Queda claro que, durante aquel primer periodo de dominación saboyana, el proto-italiano se acabó imponiendo en las ciudades del litoral. Excepto al Alguer. ¿Pero, y en las zonas rurales del interior de la isla?
Las zonas rurales del interior de la isla habían sido poco catalanizadas, y permanecieron, básicamente, de lengua y cultura sarda hasta la segunda mitad del siglo XX. Lo que sucedió a partir de 1718, con el inicio de la dominación saboyana, es que el proto-italiano fue muy lentamente impuesto en el conjunto de la isla, como lengua culta y de la administración.
¿El régimen saboyano llegó a prohibir y perseguir el catalán?
No. Lo que hicieron fue fabricar, divulgar e imponer una ideología que asociaba el catalán —y el sardo— con la ignorancia, con el analfabetismo y con la rusticidad. Proclamaban que la persona que tenía un mínimo nivel cultural e intelectual hablaba en proto-italiano, y no en el "dialecto" —que era como llamaban al catalán; que ni siquiera era oficial en su territorio matriz. Recordamos que, en aquella época (siglos XVIII y XIX), el catalán estaba prohibido y perseguido a los estados francés y español. Pero, a pesar de todo, en el Alguer, el catalán se conservó porque era el principal elemento de identidad local y era también un mecanismo de integración social de la población inmigrada. Tanto fue así que, por ejemplo, cuando Napoleón invadió el Piamonte, y los duques independientes de Saboya se tuvieron que refugiar en Cerdeña, la sociedad alguerésa los recibió con una poesía en catalán. Y su autor era de origen ligur.
El año 1861, los Saboya piamonteses —y reyes de Cerdeña desde 1718— culminan la unificación política italiana. ¿Cuál es la postura, digamos de aquella nueva y flamante Italia, con el catalán del Alguer?
El mapa lingüístico de la Italia del día siguiente de la unificación, en 1861, es un rompecabezas de lenguas regionales. Una, por ejemplo, es el piamontés. Y otra, el catalán. Y el nuevo estado italiano adapta el proto-italiano a la nueva situación política y lo convierte en el italiano moderno. En aquel contexto de unificación, se le dio mucha importancia a la lengua italiana. Massimo d'Azeglio, una de las figuras primordiales de la nueva Italia del momento, proclamó: "Hemos hecho Italia, y ahora tenemos que hacer a los italianos". Esta cita es muy reveladora.
¿Eso quiere decir que la presión contra el catalán se intensificó?
Sí. Siguiendo la inercia general europea del momento, se extiende la enseñanza —que será, exclusivamente, en italiano; y se intensifica la ideología saboyana nacida en el siglo anterior, aquella que asociaba el catalán con la ignorancia, el analfabetismo y la rusticidad. De hecho, el nuevo poder italiano, de raíz y de tradición saboyana, proyectó esta ideología al conjunto de lenguas regionales de aquella nueva Italia.
¿Cómo se vive este "cuarto de vuelta" en el Alguer?
La escuela es todavía poco difundida y tiene como uno de los objetivos principales enseñar el italiano. Por eso, hasta a principios del XX se aplica un método que se llama "del dialecto a la lengua", y entonces encontramos unos libretos imprimidos en un catalán no normativo que utilizaba la escuela italiana para introducir a los chiquillos alguereses catalanohablantes en la lengua italiana.
¿Dónde se imprimían estos libretos? ¿En Catalunya?
No, desgraciadamente la circulación de libros entre Catalunya y el Alguer es, todavía hoy, problemática. Los manuales para enseñar al italiano los publicaban grandes editoriales, como Bemporad en Florencia, y tenían un alcance regional. Es decir, el catalán era tratado como un dialecto de Cerdeña, no un idioma nacional.
¿Eso evidencia que, a pesar de todo, el catalán todavía era "la lengua" en el Alguer?
Sí. A finales del siglo XIX y al principio del XX, el paisaje sociolingüístico popular del Alguer no se ha visto alterado por el estado saboyano, primero; y el italiano, después. Y sí que es cierto que, en aquel momento, la idea de que la gente instruida y culta habla italiano; y que la gente analfabeta y rústica habla catalán, está plenamente consolidada. Pero también lo es que, en aquel momento, el Alguer vive una etapa de recuperación cultural catalana, que venía del "descubrimiento".
Es la época en que Eduard Toda, un viajero e intelectual de Reus que había sido diplomático español, divulga la existencia de una ciudad catalana en Italia; y restaura la relación cultural e histórica entre Catalunya y el Alguer, perdida desde 1714.
El año 1922, Mussolini alcanza el poder en Italia. ¿Cuál fue la postura del regimen fascista italiano con el catalán del Alguer?
El nuevo régimen fascista proclama que el catalán del Alguer es una reliquia cultural a eliminar. Como lo eran todas las minorías lingüísticas que se habían conservado hasta aquel momento. Se fabrica, se divulga y se impone la idea de que en Italia solo se habla italiano; y aquellos libretos en catalán que utilizaban las escuelas del Alguer son prohibidos. Las nuevas autoridades fascistas locales quieren cerrar las "Costuras", una especie de guarderías populares donde la lengua que se habla es el catalán, con la pretendida excusa de que son un problema higiénico-sanitario. Pero, en cambio, nos encontramos con la paradoja de que las reuniones de los "camisas negras" locales (los fascistas del Alguer) se celebraban en catalán.
¿El régimen fascista sería el responsable del retroceso del catalán en el Alguer?
El régimen fascista puso las bases, con la propaganda y la instrucción, pero también con la llamada colonización interna. Durante aquella época (1922-1945), se empezó a construir una nueva ciudad denominada Fertilia en una parte despoblada del territorio alguerés. La idea era poblarla con familias de la península, con el propósito de diluir y eliminar la fisonomía catalana del Alguer. Fertilia tenía que ser un nuevo municipio, italianohablante, que ocuparía la mitad norte del actual Alguer. Yo mismo soy un producto de aquella colonización. Con el estallido de la II Guerra Mundial (1939) los trabajos se detuvieron. Y una vez acabado el conflicto (1945) Fertilia pasaría a acoger a los refugiados italianos que habían sido expulsados de Istria y de Dalmacia, y los campos de su alrededor serían ocupados por campesinos sardos. Es decir, el régimen fascista arrancó un proceso de sustitución lingüística que seguiría en los decenios siguientes y que estigmatizó el catalán como sinónimo de ignorancia y de escasa italianidad.
¿En qué momento empieza el retroceso más acusado?
Paradójicamente, después de la II Guerra Mundial (1945), cuando el régimen fascista de Mussolini ya había sido derrocado y liquidado, se difunde en todo el país un movimiento para recuperar los mal nombrados "dialectos", del cual el cine neo-realista es un ejemplo. Aun así, el nuevo régimen democrático y republicano italiano surgido al final del conflicto, seguiría predicando que el italiano era el idioma bueno, el de la cultura, claramente contrapuesto al catalán, el "dialecto del analfabetismo" que, después de la primavera republicana española, vuelve a estar prohibido y perseguido en el estado español.
Es la misma canción que la de la época de los primeros Saboya...
Sí, pero lo que sucede en aquel momento, y que explica el paradójico retroceso del catalán en el Alguer, es que el estado italiano contemporáneo cuenta con unos instrumentos mucho más poderosos que antes. La escuela, la literatura, la música, la radio, los medios de prensa escritos siguen siendo en catalán. Sin embargo, a partir de 1945, se generaliza el consumo de cine, de televisión..., que son exclusivamente en italiano. Las jóvenes generaciones se identifican con los actores o con los cantantes que ven en la gran pantalla o en la pequeña pantalla y que hablan solo italiano. Mientras que las relaciones con las tierras de habla catalana son prácticamente inexistentes. En aquel momento, culmina el proceso de italianización y se rompe, parcialmente, la cadena de transmisión generacional. Y el catalán, que había sido lengua mayoritaria durante siete siglos, de la noche a la mañana pasa a ser una lengua minoritaria en su propia casa.