Tal día como hoy del año 1816, hace 208 años, en el Santuario de la Virgen de Fourvière, en Lyon (Occitania, Francia), un grupo formado por doce seminaristas que habían sido ordenados presbíteros el día anterior hacían votos para consagrarse a la Virgen y formar a una familia religiosa que se llamaría Hermanos Maristas. Aquella congregación se ponía a disposición de la Iglesia para cualquier tarea, pero el proyecto de Marcellin Champagnat, el ideólogo de aquel proyecto, era el apostolado y la enseñanza en las zonas rurales de Francia. Las primeras misiones se crearon en la diócesis de Belley (Alvernia, Francia). Veinte años después (1836), se ordenaban veinte padres maristas que serían el relevo de los fundadores y, acto seguido, la congregación obtenía la aprobación para establecer las primeras misiones en las colonias francesas del Pacífico.

La primera misión marista en Catalunya y en la península Ibérica llegó en 1886. Los hermanos Hilario, Hermile, Helion e Hipólito llegaban a Girona con la idea de aprender el castellano y después marcharse a Argentina para crear una escuela. Pero el estado precario del sistema de enseñanza del país y la elevada tasa de analfabetismo de la sociedad catalana de la época les hizo cambiar de planes y en junio de 1887 abrían en Mataró la primera escuela marista de Catalunya y de la península Ibérica. El éxito de aquella empresa iniciática los animaría a expandirse por el país, y a finales del siglo XIX ya había escuelas maristas en Mataró, Vic, Torelló, Rubí, Centelles, Santa Coloma de Queralt, Sabadell, Lleida, Igualada y Barcelona. Actualmente, hay diez centros maristas en Catalunya: Barcelona (3), Badalona, Mataró, Rubí, Girona, Igualada, Lleida y en  Malgrat.

En 1910, los hermanos maristas catalanes adquirieron el monasterio de Bellpuig de les Avellanes (Noguera), una antigua abadía de la orden de San Agustín fundada en 1166 por la casa condal de Urgell, que se encontraba en estado ruinoso desde la desamortización y abandono de 1835 (su anterior propietario, el banquero Agustí Santemasses, había vendido las tumbas y los restos de los condes de Urgell al Museo The Cloisters, de Nueva York, por 15.000 pesetas). Los maristas iniciaron la recuperación de aquel conjunto patrimonial (en 1967 consiguieron el retorno parcial de los restos de los condes de Urgell) y convirtieron Bellpuig de les Avellanes en la casa solariega de la congregación en Catalunya. Actualmente, los maristas forman parte de una provincia al margen de los españoles, llamada el Hermitage, que abarca Catalunya, Francia, Suiza, Grecia, Hungría y Argelia.