Tal día como hoy del año 1356, hace 666 años, en Perpinyà, nacía Martín de Aragón y de Sicilia, segundo hijo del conde-rey Pedro III y de su segunda esposa (y prima segunda) Leonor de Sicilia, hermana del rey Pedro II de Sicilia. Inicialmente, Martín no estaba destinado a ejercer como monarca, pero la prematura muerte de su hermano mayor Juan I sin descendencia masculina y la costumbre que imperaba en la cancillería de Barcelona que no permitía a las mujeres ser coronadas como reinas titulares, lo condujo al trono. A la muerte de Juan I (1396), las hijas del difunto (Juana y Violante) fueron apartadas de la carrera sucesoria y Martín se convirtió en el nuevo soberano de la corona catalanoaragonesa.
Martín I, a diferencia de sus predecesores, no tuvo un reinado marcado por grandes empresas de conquista militar. Exceptuando la última fase de la campaña de Cerdeña, su reinado fue relativamente tranquilo. Pero se crearon instituciones que harían posible el enderezamiento económico del país después de las crisis de la Peste Negra (1348-1351) y de los Pogromos (1391). Una de estas instituciones sería la Taula de Canvi, instalada en la Casa de la Llotja (1401), que sería el primer banco público de la historia. La Taula de Canvi fue creada por el Consell de Cent a instancias del Consolat de Mar, y Martín I, en nombre de la corona, dio su apoyo necesario.
Pero, paradójicamente, Martín I se convertiría en un personaje relevante de la historia a partir del momento de su muerte. El único hijo que había sobrevivido la infancia y la adolescencia, Martín, llamado "el Joven", murió poco antes que Martín I (1409), sin descendencia legítima, ni masculina ni femenina. En aquel punto, Martín I intentó legitimar a su nieto Federico (un hijo de Martín el Joven y de una dama siciliana llamada Tàrsia Rizzari nacido fuera del matrimonio). Para esta operación pensaba que contaba con la ayuda del pontífice cismático Pedro Martínnez de Luna, más conocida como Benedicto XIII o como papa Luna.
Pero la víspera de la ceremonia de legitimación del pequeño Federico, que en aquel momento tenía ocho años, Martín murió de forma sospechosa (31 de mayo de 1410). Al día siguiente, el papa Luna se negó a culminar la operación de legitimación de Federico, y tan sólo unos días después se manifestaba públicamente a favor de los derechos sucesorios del castellano Fernando de Trastámara, sobrino materno del difunto Martín. Dos años más tarde, el 24 de junio de 1412, los compromisarios de Caspe (los representantes políticos de los tres estados peninsulares de la corona catalanoaragonesa elegían a Fernando, que ponía fin a quinientos cuarenta y dos años de reinado (870-1412) de la dinastía fundada por el conde carolingio Wifredo el Velloso.