Tal día como hoy del año 1973, hace 50 años, la factoría Seat de la Zona Franca de Barcelona fabricaba la última unidad del mítico modelo Seat 600. Desde que dieciséis años antes había salido la primera (27 de junio de 1957), se habían fabricado 799.419 unidades. La primera unidad matriculada y que circuló por las calles fue la número de bastidor 100-106-400-071, que salió de un taller de Barcelona el 8 de julio de 1957 con las placas B-141.141. No obstante, algunas fuentes afirman que aquel "600 catalán" no era la primera unidad fabricada, sino que el primer 600 en salir de la cadena de montaje había sido adquirido por un taller de la ciudad de València, que no lo matricularía hasta el 5 de diciembre de 1957.
El Seat 600 se construyó bajo la licencia de la fábrica italiana FIAT, y se inspiró en el original Fiat 600, diseñado por el ingeniero Dante Giacosa (Roma, 1905 – Turín, 1996). Giacosa sería también quien diseñó los modelos Fiat 850, Fiat 1500/1800, Fiat 125 y Fiat 126, que tendrían su correspondencia, respectivamente, en los modelos Seat 850 (popularmente llamado "ocho y medio"), Seat 1500 (popularmente llamado "el coche de las viudas", porque en los choques frontales el conductor moría con el gran volante del vehículo clavado en el pecho), Seat 124 (con su exitosa versión deportiva 1430) y Seat 133 (popularmente denominado "el coche Martini" porque era el modelo que utilizaban los comerciales de esta marca de vermuts).
Durante aquellos dieciséis años se fabricaron varias versiones del Seat 600: las cuatro versiones utilitarias, la versión "comercial" y la versión con caja de carrocería (denominada Formichetta). Generalmente tenían dos puertas, excepto la Formichetta que, además, tenía una puerta detrás. Pero, a mediados de década de los 60, la fábrica de carrocerías catalana Costa presentó un diseño con 30 centímetros más de batalla que permitiría sumar dos puertas a las ya existentes. Este modelo "cuatro puertas" fue nombrado Seat 800. Durante aquellos tiempos de desarrollo económico, el Seat 600 fue un icono de la sociedad de la época. Los trabajadores de Seat despidieron la última unidad con una pancarta que rezaba: "Naciste príncipe y mueres rey".