Tal día como hoy del año 783, hace 1.241 años, en Choisy (reino de los francos), moría la reina Berta, viuda del rey Pipino el Breve, madre del emperador Carlomagno y creadora de la marca de Gotia. Berta había sido una de las mujeres más inteligentes de su época y durante el reinado de su marido (751-768) había sido asociada al poder. Como reina efectiva de los francos, había proyectado e impulsado la expansión carolingia hacia el sur. El 754 los ejércitos francos entraban en Nimes, que entre el 415 y el 724 había sido la plaza más septentrional de los dominios de la monarquía visigótica hispánica.
Berta, nacida el 720 en Laon (reino de los francos) en una familia de la nobleza local, fue llamada "la del Pie Grande" por una malformación congénita que hacía que uno de sus pies fuera mucho más grande que el otro. Berta sería la gran arquitecta del proyecto de expansión hacia el sur, en dirección a los Pirineos y de recuperación de la Narbonense, ocupada por los árabes desde el 724. Para aquella empresa militar buscó el apoyo del exilio visigótico de la Tarraconense y de la Narbonense, que se había refugiado en el reino de los francos (724-754) durante la invasión árabe (717-724).
El nuevo territorio fue denominado marca de Gotia y una buena parte de los primeros condes (los primeros delegados del poder central carolingio) nombrados por Pipino y Berta serían descendientes de las élites de aquel exilio (como, por ejemplo, los Bellónidas, en Carcasona y después en Urgell y en Barcelona, o los Trencavell, en Nimes y después en Besiers y en Carcasona). La marca de Gotia, proyectada e iniciada por Berta y Pipino, y completada por su hijo y sucesor Carlomagno y por su nieto Luis el Piadoso, abarcaría el territorio del arco mediterráneo entre el delta del Ródano (al norte) y el del Llobregat (al sur).
Poco antes de su muerte, los ejércitos carolingios entraron en Elna (775) y alcanzaron la cara norte de los Pirineos. Y poco después de su muerte, su hijo Carlomagno y su nieto Luis saltarían los Pirineos, entrarían en Llívia, en la Seu d'Urgell, en Girona y en Empúries (785) y unos años más tarde en Barcelona (801). La marca de Gotia fue la única parte que se materializó de un proyecto más ambicioso denominado Marca Hispánica, que preveía la conquista carolingia del territorio entre los Pirineos y el Ebro y entre el Mediterráneo y el Atlántico, pero que nunca se llegó a llevar a cabo.