Tal día como hoy del año 1575, hace 447 años, en Tarragona; moría Gaspar Cervantes de Gaeta, arzobispo-cardenal de la sede primacial de Tarragona entre 1568 y 1575. Cervantes fue el fundador del primer Seminario Conciliar de la península Ibérica, que desde el Concilio de Trento (1545-1563) eran las únicas instituciones donde se cursaba la carrera eclesiástica; y de la Universitas Tarraconensis (1572), que impartía enseñanzas superiores de Gramática, Artes y Teología. La Universitas Tarraconensis que estuvo vigente hasta la ocupación borbónica de Catalunya (1714); sería el precedente más remoto de la actual Universitat Rovira i Virgili, creada en 1991.
La Universidad y el Seminario de Tarragona compartieron edificio, en una construcción construida a propósito detrás de la Catedral; que, posteriormente, fue reformada en su totalidad (1883). En su interior (en el patio del edificio) quedó la capilla de Sant Pau, un pequeño templo románico edificado durante los años inmediatamente posteriores a la restauración de la ciudad y mitra tarraconense (1114); que es el templo religioso en pie más antiguo de la ciudad. Cuando se reformó el edificio (finales del siglo XIX), la Universidad ya no estaba vigente, pero el Seminario vivía una época de esplendor que impulsó el derribo de varias casas de la zona y el ensanchamiento de calles y plazas.
Para la fundación del Seminario y de la Universidad de Tarragona, el cardenal Cervantes aportó 20.000 libras catalanas de sus propios recursos (el equivalente a unos 20 millones de euros). Con anterioridad, Cervantes había estado varios años en la cancillería vaticana, y había acumulado una extraordinaria fortuna. Además del Seminario y de la Universidad, también financió la construcción de un sistema de conducción de agua desde Puigdelfí (a 10 kilómetros en el norte) hasta las fuentes urbanas de Tarragona; que, posteriormente, sería mejorado por el arzobispo Santiyán (1779), impulsor de las primeras obras del puerto moderno y nombrado "el arzobispo urbanista".