Tal día como hoy del año 1743, hace 281 años, en Breisach (entonces principado independiente de Württemberg, que formaba parte del Sacro Imperio Romano Germánico), moría en combate Pere Joan Barceló i Anguera, coronel del ejército imperial. Anteriormente, durante la Guerra de Sucesión hispánica (1705-1714/15), había sido oficial de Fusellers del Reial Exèrcit de Catalunya, que había combatido en el bando de la alianza internacional austracista. Y, durante los años inmediatamente posteriores a la invasión borbónica del país (1714-1720), había sido el jefe de una partida de guerrilleros que fustigaban al ejército de ocupación español. Fue durante esta última época cuando su figura adquirió una dimensión mítica.
Pere Joan Barceló había nacido en 1682 en una masía rural del Priorat, a medio camino de las villas de Capçanes y de Marçà, conocido como Mas Carrasclet, porque había un horno para fabricar carbón vegetal. En 1705, cuando las instituciones de gobierno catalanas se posicionaron a favor de Carlos de Habsburgo y Catalunya entró en la guerra al lado de las potencias de la alianza austracista, Francesc Barceló —propietario del Mas Carrasclet— y su hijo heredero, Pere Joan, se alistaron en el Reial Exèrcit de Catalunya. Con el transcurso del conflicto, Francesc y Pere Joan alcanzarían el grado de capitán con el regimiento del coronel Antoni Vidal. Tras la capitulación de Barcelona (1714), padre e hijo se acogieron al indulto general promulgado por las autoridades borbónicas.
Pero el indulto borbónico era una trampa. Y Carrasclet fue detenido y encarcelado en Falset, cuando defendía a unos vecinos que eran extorsionados y agredidos por un oficial español. Transcurrido un tiempo, logró escapar de la cárcel, reunió a un grupo de hombres de acción y pasó a asaltar los convoyes militares que transportaban armas y víveres para el ejército de ocupación. Durante esa época, atacó Reus, donde causó daños importantes a la guarnición borbónica, y atacó Valls, donde se enfrentó a un grupo de parientes del alcalde borbónico de la villa, Pere de Veciana, que habían sido armados y uniformados para repeler la guerrilla austracista catalana. Este grupo de parientes armados de Veciana serían el embrión del cuerpo de Mossos d'Esquadra.