Tal día como hoy del año 1987, hace 36 años, en Barcelona, moría Frederic Escofet i Alsina, coronel del ejército de la República española y comisario general de Orden Público de la Generalitat desde poco antes del estallido de la guerra civil española (26 de junio de 1936) y durante toda la vigencia del conflicto. El coronel Escofet, en su calidad de comisario general de Catalunya, fue quien coordinó todas las fuerzas de orden público que se mantuvieron leales a la Generalitat y a la legitimidad republicana cuando se produjo el golpe de estado militar del 19 de julio de 1936. El coronel Escofet se puso al frente de un operativo formado por Mossos d'Esquadra, Guardias de Asalto y Guardia Civil, y sería el verdadero artífice de la derrota de los golpistas.
Escofet había nacido en Barcelona en 1898, en una familia de industriales originaria del Alt Empordà. Sus padres lo querían orientar hacia los estudios de ingeniería, pero el joven Frederic prefirió cursar la carrera militar en la Academia de Caballería. Participó voluntariamente en la guerra colonial de Marruecos (1920-1922) y fue gravemente herido en tres ocasiones. No obstante, cada vez se sentía más incómodo en el ejército español. No entendía la obsesiva persecución del régimen dictatorial del general Primo de Rivera (1923-1930/31) contra la lengua y la cultura catalanas. Y en 1930 abandonó el ejército español e ingresó en el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, que en aquel momento eran una policía rural que dependía de la Diputación de Barcelona.
En las horas inmediatamente posteriores a la restauración del autogobierno de Catalunya y de la proclamación de la República (1931), Bufalà, máximo mando de los Mossos y de ideología monárquica, desapareció. Escofet reunió los efectivos, mantuvo la disciplina del cuerpo y puso los Mossos a disposición del presidente Macià. Este hecho lo situaría en primera línea de mandos de la policía catalana durante la República. Formó la terna de dirección (con Miquel Badia i Capell y con el coronel Pérez Farràs) durante los Hechos del Seis de Octubre (1934), y fue juzgado y condenado a muerte por la justicia española. Macià ya había muerto (1933), pero su hija Montserrat intercedió para que le conmutaran la pena de muerte.
En marzo de 1936, después del triunfo electoral del Front d'Esquerres en Catalunya y del Frente Popular en España, fue amnistiado y rehabilitado. Y tres meses después, el presidente Companys lo nombraba comisario general. En las postrimerías de la Guerra Civil, comandaría el grupo de Mossos que escoltaron al presidente Companys y al lehendakari Agirre en el exilio. Escofet también se exilió y vivió durante cuarenta años (1939-1979) en Bruselas, donde regentaba un pequeño comercio de productos catalanes. Poco después de volver, fue nombrado jefe honorario de las Esquadres de Catalunya. En cambio, los gobiernos españoles del actual régimen constitucional nunca le reconocieron el ascenso de capitán a coronel que había ganado durante la República.