Tal día como hoy del año 1893, hace 132 años, en Barcelona moría el militante anarquista italiano Francesco Momo mientras manipulaba una bomba de fabricación casera del modelo Orsini. Estas bombas eran un artefacto explosivo esférico que no se activaba con una espoleta (como la granada) o con un dispositivo de tiempo (como la de relojería), sino que estallaba por impacto —al chocar contra una superficie resistente como el suelo de la calle— mediante unos dispositivos cargados con fulminato de mercurio y colocados en torno al núcleo.
Este tipo de artefacto había sido inventado por Felice Orsini, un profesor universitario y escritor de ideología anarquista, nacido en los Estados Pontificios en una familia de tradición liberal (1819) y que, después de popularizar su invento entre los círculos libertarios, acabaría ejecutado por el intento de asesinato del emperador Napoleón III de Francia (1859). Durante la segunda mitad del siglo XIX, la bomba Orsini —un artefacto que siempre era de fabricación casera— se convertiría en el medio más utilizado por el terrorismo anarquista.
Francesco Momo era un panadero de ideología anarquista, nacido en 1863 en Liorna (entonces ducado independiente de la Toscana), que había emigrado a Argentina (1885) y que había participado muy activamente en la difusión de su ideario y en el despliegue de las organizaciones que le daban apoyo. En Buenos Aires, en algún momento entre 1885 y 1892, habría aprendido la técnica de fabricación de bombas Orsini. En 1892, se trasladó a Barcelona y se convirtió en el principal fabricante de bombas del movimiento anarquista catalán.
Después de aquella explosión accidental, sus compañeros abandonaron el cadáver de Momo —que, a pesar del estado en que quedó, fue identificado por la policía—, pero, en cambio, recogieron el material que no había explotado y lo ocultaron en otro lugar. Con este pequeño arsenal, el anarquista Santiago Salvador cometería el atentado del Liceu (7 de noviembre de 1893), y, muy probablemente, el infiltrado de la policía española en el movimiento libertario, François Giraud, cometería el atentado contra la procesión de Corpus en la calle dels Canvis Nous (7 de junio de 1896).