Tal día como hoy del año 1542, hace 482 años, en Florencia (entonces ducado independiente de Florencia); moría Lisa Gherardini, que fue la modelo que inspiró "la Gioconda", el célebre retrato de Leonardo da Vinci pintado entre 1503 y 1516, y que actualmente se expone en el Museo del Louvre, en París. Durante siglos se cuestionó la relación entre Lisa Gherardini y la figura representada en el cuadro de Leonardo, pero la investigación actual ha disipado, definitivamente, todas las dudas. En 2005, un experto de la biblioteca de la Universidad de Heidelberg (land alemán de Baden-Württemberg) descubrió una nota de Agostino Vespucci (coetáneo de Leonardo y Lisa y canciller de Florencia) confirmando que la modelo del retrato era Gherardini.

Lisa Gherardini nació en 1479 en Florencia, en una familia de larga tradición pero, en aquel momento, sumida en una importante crisis económica. Su padre, propietario de varias granjas en la zona de Chianti, no consiguió enderezar la posición económica familiar y ella, con tan solo quince años (1494), fue casada, concertadamente, con el comerciante textil Francesco del Giocondo, de treinta y cinco años, y con un nivel económico superior. A pesar de la imposición inicial y la diferencia de edad, la investigación historiográfica revela que Francesco y Lisa fueron una pareja feliz. Su matrimonio duró cuarenta y cuatro años, hasta la muerte de Francesco a los 79 años (1538). Lisa vivió cuatro años más, y murió en 1542, con 63 años. Tuvieron siete hijos.

El retrato de Lisa fue un encargo del marido de Lisa a Leonardo. Era el año 1503 y el célebre pintor pasaba por una etapa de dificultades económicas. Y por este motivo aceptó pintar un retrato privado; inusualmente grande para la época. Pero solo unas semanas después la cancillería de Florencia (a través de Soderini y Machiavelli) le encargó la representación al fresco de "La Batalla d'Anghiari". Leonardo priorizaría este trabajo y no entregaría ni cobraría el retrato de Lisa. De hecho, no lo acabó hasta muchos años más tarde (1516), cuando ya estaba en Clos Lucè (la propiedad que le había regalado el rey Francisco I de Francia en el valle del Loira). Cuando acabó el retrato de Lisa, el monarca francés lo adquirió y lo incorporó a su colección privada.