Tal día como hoy del año 1980, hace 37 años, moría en Barcelona Pau Vila i Dinarés, que pasaría a la historia como el geógrafo que, por encargo de la Generalitat republicana (1931), diseñaría el mapa comarcal de la Catalunya contemporánea. Vila, que había sido el introductor en Catalunya de la geografía moderna de alcance comarcal que triunfaba en Francia y en toda Europa, diseñó un mapa actualizado de comarcas que era el resultado de la recuperación de la división territorial histórica catalana —triturada después de la ocupación borbónica— adaptada a la nueva realidad del siglo XX. El mapa catalán de comarcas de Vila —aprobado en 1936— es la base de la actual división comarcal.

Pau Vila, nacido en Sabadell (el Vallès Occidental) el año 1881, fue en sus inicios un investigador autodidacta. Las angustias económicas familiares le obligaron a abandonar la escuela a los 12 años. Pero en la juventud volvió a sus auténticas vocaciones: la docencia y la geografía. Con 24 años (1905) creaba una escuela laica en Barcelona. Con 37 años (1912) decidió adquirir una formación científica, y se matriculó en la École des Sciencies de l'Éducation de Ginebra (Suiza), donde conocería de primera mano los grandes referentes continentales de la geografía Vidal de la Blanche y Brunhes. Poco después (1915) sería contratado para dirigir un liceo escolar en Bogotá (Colombia).

 

En el año 1926, con 45 años, ya era una figura académica y científica de primer orden en Catalunya. Había completado su formación en el Instituto de Géographie Alpine de Grenoble (Francia) y había sido director adjunto de la Escuela del Trabajo de Barcelona. Vila, a través de su obra, se convertía en el gran especialista de la geografía en Catalunya. Su gran contribución a la ciencia y a la sociedad es la La divisió territorial de Catalunya, publicada en 1932 y en 1937, que sería la obra que inspiraría tanto la división comarcal de 1936 como las modificaciones posteriores de 1987 y de 2015. Pasados 80 años —con todos los cambios producidos en este tiempo— la obra de Vila sigue, básicamente, siendo vigente.