Tal día como hoy del año 1962, hace 63 años, moría en el exilio de México el dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que había sido ministro en varios gobiernos de la Segunda República española (1931-1939), Indalecio Prieto Tuero (Oviedo, 1883). Más concretamente, había sido ministro de Hacienda (abril–diciembre, 1931); ministro de Obras Públicas (diciembre, 1931 – septiembre, 1933); ministro de Marina y Aire (septiembre, 1936 – mayo, 1937), y ministro de Defensa Nacional (mayo, 1937 – abril, 1938). Con anterioridad, durante el régimen de la Restauración borbónica (1874-1923), había sido diputado en Corts y concejal de Bilbao; y, durante la Segunda República, sería de los pocos políticos que mantendría el escaño en el Parlamento español desde el primero hasta el último día.
Prieto pasaría a la historia como el responsable de una operación de Estado que llevaría a la ruina el Banc de Reus (7 de julio de 1931), en aquel momento el buque insignia de un conglomerado formado por los bancos de Barcelona, de Tarragona y de Tortosa, y que competía con los bancos de Bilbao y de Santander por el liderazgo financiero en el Estado español. El Banc de Reus tenía el monopolio de la gestión de los pagos y cobros de las empresas públicas CAMPSA y CEPSA, y, el 5 de julio de 1931 (dos meses y medio después de la proclamación de la Segunda República), el ministro socialista Prieto —instigado por el financiero Horacio Echevarrieta, máximo accionista de los bancos de Bilbao y de Santander— ordenaba la retirada repentina de todos los fondos públicos y provocaba una ola de terror entre los impositores de la entidad catalana que culminaría con su ruina.
Detrás de aquella operación estaba la voluntad de eliminar la competencia a los bancos de Bilbao y de Santander, pero, sobre todo, estaba el propósito de impedir que el Banc de Reus y sus filiales se convirtieran en el banco público de Catalunya. Desde que Macià había restaurado el autogobierno (abril, 1931), había mantenido conversaciones secretas con Evarist Fàbregas, máximo accionista del Banc de Reus y amigo personal del presidente de Catalunya, con este propósito. Pero el contenido de aquellas negociaciones habría sido filtrado, a propósito, por el conseller de Economía de la Generalitat, el lerrouxista Casimir Giralt Bullich. Cuando el Gobierno de la República española —formado por una coalición de partidos de izquierda entre los cuales había el PSOE— tuvo conocimiento de ello, torpedeó el proyecto para impedir que Catalunya pudiera tener autonomía financiera.