Tal día como hoy del año 1157, hace 867 años, en Huesca, nacía Alfonso Ramón, hijo primogénito de Ramón Berenguer IV, conde independiente de Barcelona y hombre principal de Aragón, y de Petronila Ximenes, hija del rey Ramiro II de Aragón. Tanto el día de su nacimiento como el lugar son, todavía, objeto de debate entre los historiadores. Algunos historiadores proponen fechas de nacimiento que se moverían entre el 1 y el 25 de marzo, entre los años 1154 y 1158, y apuntan Tarragona o Tortosa como las ciudades donde Petronila tuvo su primogénito. En cualquier caso, Alfonso Ramón sería el primer soberano que gobernaría, al mismo tiempo, los dominios de Barcelona y de Aragón.
Alfonso Ramón fue bautizado con estos nombres en honor a su tío abuelo materno, el rey Alfonso I de Aragón, hermano mayor y antecesor del rey Ramiro II, y a su padre, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo paternos. Y alcanzó el trono a la edad de cinco años después de la prematura muerte de su padre Ramón Berenguer IV (1162) en Borgo San Dalmazzo (condado independiente de Saboya), cuando estaba a punto de llegar a Turín para entrevistarse con Federico Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Alfonso Ramón fue coronado como Alfonso I de Barcelona y II de Aragón, y durante su reinado fue conocido con los sobrenombres de "el Casto" y "el Trovador".
Durante su minoría de edad (1162-1171), el gobierno fue gestionado por un grupo de magnates catalanes y aragoneses, que trabajaron conjuntamente desde la cancillería de Barcelona. Y por otra parte, y por disposición testamentaria de su padre Ramón Berenguer IV, se decidió que la tutela y la educación de Alfonso Ramón sería responsabilidad de una tríada formada por Ramón Berenguer III de Provenza, conde independiente de Provenza y primo hermano del difunto Ramón Berenguer IV de Barcelona; por Guillermo Ramón I de Montcada, gran senescal del condado de Barcelona, y por Guillermo de Torroja, obispo de Barcelona.
Al inicio de aquella regencia, Petronila desapareció, totalmente, de la escena pública, y se retiró al monasterio de Santes Creus (Camp de Tarragona). Y, posteriormente, una vez Alfonso Ramón alcanzó la mayoría de edad (1171), presionaría al Pontificado para que el obispo Torroja fuera elevado a la categoría de arzobispo de Tarragona, convirtiéndolo en la máxima autoridad eclesiástica de la corona catalanoaragonesa. Alfonso Ramón reinó durante treinta y dos años (1162-1196) y durante su reinado confirmó los territorios de Lleida y de Tortosa (reivindicados por los aragoneses de la época para tener una salida al mar) como parte integrante del Principado de Catalunya.