Tal día como hoy del año 1907, hace 118 años, en Barcelona; nacía Anna Maria Martínez-Sagi; que en el transcurso de su vida sería una personalidad muy destacada en varias facetas del mundo del deporte, de la cultura y de la política. Se la considera pionera femenina en la práctica, en la promoción y en la gestión del deporte como un medio por alcanzar la plena igualdad entre mujeres y hombres. Fue campeona y plusmarquista en el Estado español de lanzamiento de jabalina y fue la primera mujer con un cargo directivo en una entidad deportiva en el Estado español: fue directiva del F.C. Barcelona durante la presidencia de Josep Sunyol (1935-1936). Dimitió porque no consiguió la creación de las secciones femeninas del club, en buena parte por falta de apoyo interno.

Anna Maria Martínez-Sagi nació en una familia de la alta burguesía de Barcelona formada por Josep Martínez-Tatxé y Consol Sagi Barba, que —como muchas otras estirpes de este corpus social— habían abandonado el catalán porque consideraban que no era una lengua culta. Anna Maria fue educada en castellano, pero desde muy joven se rebeló contra aquella cultura familiar y frecuentó los ambientes populares de la capital catalana, donde aprendería el catalán. Durante estos años de adolescencia y primera juventud (1926-1931) trabajó en las redacciones de los diarios Las Noticias y La Rambla, entrevistando a todo tipo de personajes, desde mendigos y prostitutas hasta políticos catalanes del régimen dictatorial de Primo de Rivera.

Con la restauración del autogobierno catalán y la proclamación de la II República (1931); Anna Maria publicaría varios libros de poesía que tuvieron mucho éxito. Durante aquella etapa fue una de las periodistas y escritoras más reconocidas en Catalunya; y fue una de las impulsoras del Frente Femenino de Izquierdas, en favor de la nacionalidad catalana y de la soberanía popular. Al estallar el conflicto civil (1936-1939) fue corresponsal de guerra; y a su conclusión se exilió a Cannes (Provenza-Francia); y vivió allí como pintora de calle. También durante aquella etapa, que coincidía con la II Guerra Mundial (1939-1945) y con la ocupación nazi de Francia, colaboró con la Resistencia francesa.

A la conclusión del conflicto mundial (1945) se estableció en los Estados Unidos y, durante tres décadas, fue profesora de la Universidad de Illinois (1945-1975). Volvió a Catalunya en 1977, pero decepcionada con el ambiente que encontraría en Barcelona —que ella decía que no tenía ninguna relación con la efervescencia cultural y social y la catalanidad de la etapa republicana— se retiró a Moià (Moianès). Murió en Santpedor (Bages) en el 2000.