Tal día como hoy del año 1866, hace 158 años, en Barcelona; nacía Enriqueta Compte i Riqué, que en el transcurso de su vida se convertiría en maestra de educación preescolar y sería la fundadora del primer Jardín de Niños de Montevideo, de Uruguay y del continente sudamericano. Enriqueta Compte era hija de una familia catalana que había emigrado a Uruguay y se había establecido en la capital del país. Enriqueta llegó al nuevo país siendo muy pequeña y se criaría y se formaría en Montevideo, pero nunca abandonaría el cultivo de la lengua y de la cultura catalanas.

En 1884 —con diecinueve años— recientemente titulada, el gobierno uruguayo la becó para especializarse en Europa. Trabajó en varias escuelas de Bélgica, Países Bajos, Francia y Suiza; y entró en contacto con los principios de la Escuela Activa (que aplicaba métodos de enseñanza a través de la actividad) y del sistema fröebeliano o kindergarten (jardín de niños) formulado unas décadas antes (1840) por el pedagogo alemán Friedrich Fröbel y que defendía la práctica de los juegos como parte fundamental del aprendizaje de los más pequeños.

Con este corpus de conocimientos volvió a su país y creó la primera escuela preescolar de Sudamérica, plenamente inspirada en los principios de la Escuela Activa y de la kindergarten (1892). Unos años después (1920), el gobierno uruguayo le encargó la puesta en funcionamiento de la Facultad de Pedagogía, que aglutinaría los estudios de la carrera docente, que hasta entonces se impartían en Escuelas Normales, aplicando los principios de la escuela pública, laica y activa. Por este motivo, el sistema educativo uruguayo pasó a ser el más moderno e innovador del continente sudamericano.

Fue una precursora de la lucha contra la tuberculosis (que afectaba, especialmente, a la población infantil de los estratos más humildes de la sociedad); fue la impulsora de un mecanismo de enseñanza laica —basado en las igualdades sociales y en la superación de obstáculos—; fue una defensora encarnizada de la República española, y de su legitimidad durante la Guerra Civil (1936-1939) y durante el posterior régimen nacionalcatólico que la había liquidado (1939); y fue, también, una defensora del papel de la mujer en la sociedad, en pie de igualdad con los hombres, y luchó por el voto femenino en Uruguay.