Tal día como hoy del año 1740, hace 283 años, en Sant Joan (Mallorca), nacía Melcior Jaume i Vallespir. Años más tarde (1764), cuando fue ordenado monje franciscano, se cambió el nombre de pila por el de fray Lluís. Melcior nació en una familia humilde de campesinos de Sant Joan, formada por Melcior Jaume i Morro (de Selva, junto a Inca) y Margalida Vallespir i Sabater (de la parroquia de la Santa Creu, de Palma). Hizo los primeros estudios en el convento de Sant Bernadí, de Petra, y a los veinte años entró en la orden de los franciscanos (1760). Después de su ordenación (1764), ejerció como profesor de filosofía en el convento de Sant Domènec, de Palma (1765-1769).
En 1769 se ofreció como misionero y fue destinado a las misiones de San Diego y de San Francisco, en California. En aquella, por entonces, remota región, situada en el extremo septentrional del dominio hispánico de Nueva España, desarrolló su tarea evangelizadora. Lluís Jaume emuló a su predecesor Ramon Pané, que al principio del siglo XVI había sido el primer evangelizador de la Hispaniola (y el primer europeo que había aprendido la lengua autóctona), y se convirtió en el primer europeo que aprendió el "dieguino" (la lengua de las comunidades indígenas) y el primer evangelizador de aquellas sociedades.
Lluís Jaume tuvo un trágico final. La noche del 4 al 5 de noviembre de 1776, unos seiscientos indígenas irrumpieron en la misión y la saquearon. Según el testimonio documental de su superior jerárquico, fray Juníper Serra, Lluís Jaume no secundó al resto de la comunidad —que se ocultó—, se dirigió a los saqueadores y les interpeló con la frase "Hijos, amad a Dios". Según el mismo testimonio, los atacantes lo desnudaron, lo acribillaron de flechas y le aplastaron la cara con garrotes y piedras. Por este hecho, la Iglesia católica lo considera al primer mártir cristiano de California. Posteriormente, sus restos serían trasladados a la misión de San Diego.