Tal día como hoy del año 1538, hace 486 años, en Verdú (Segarra histórica, actualmente comarca del Urgell); nacía Joan Terés i Borrull; que en el transcurso del tiempo sería una de las personalidades más importantes de la Catalunya de la segunda mitad del siglo XVI. Fue rector de la Universidad de Valencia (1571-1573); obispo auxiliar de Tarragona, de Córdoba y de las comunidades cristianas de Marruecos (1575-1579); obispo de Elna (1579-1586); obispo de Tortosa (1586-1587); arzobispo de Tarragona (1587-1603); y confesor personal del rey hispánico Felipe III (1598-1603).

Pero al margen de estos importantes cargos eclesiásticos, tuvo un papel protagonista en la guerra civil soterrada que vivía Catalunya desde principios del siglo XVI. Terès fue el jefe político del partido bandolero señorial, llamado nyerro, que defendía el retorno al régimen feudal que se había empezado a derribar después de la Revolución Remensa (1487). Terés rivalizó con el jefe político del bandolerismo gremial (que defendía la aceleración del derribo del sistema feudal), el también eclesiástico Francesc Robuster, en aquel momento obispo de Vic.

Terés también destacó en la defensa de la lengua catalana. Cuando la cancillería hispánica urdió un formidable desembarque de clérigos castellanos con la misión de introducir el castellano en la liturgia y en la sociedad catalanas, Terés se opuso y desde la posición de poder, no tan solo detuvo aquella operación, sino que expulsó a los clérigos castellanos que ya se habían introducido en Catalunya. Durante su gobierno archidiocesano (el arzobispo de Tarragona era la máxima autoridad eclesiástica del país) se dictó la ley que declaraba el catalán como única lengua de predicación en Catalunya.